Recuperar el centro de la ciudad recomponiendo los edificios existentes, la mayoría de ellos en condiciones de usarse, seguros; porque si no tendrían que haber sido demolidos después del terremoto. O construir todo nuevo conservando los cinco pisos como altura máxima. ¿Qué debería hacerse?: Mezclarse.

La mezcla proporcionada de vehículos y peatones. La relación armónica que se siente en el centro comercial de cielos abiertos La Calle Real, a pesar de que nos referirnos a él como La peatonal de la 14, no se separó completamente del vehículo, se cruzan: en muchos puntos, se mezclan. Allí también se mezclan los usos que animan la vida de la calle, la vida urbana. La ciudad debería tener más de esto, especialmente en el centro. Hay zonas que lo piden a gritos. Donde es necesario buscar una nueva relación entre las partes, porque ni caben los carros, en las calles invadidas por peatones, que no caben en los andenes, por culpa del cacharro, el bafle o de una guadua asomada de punta avisando de un hueco en el suelo.

Recuperar el centro de la ciudad, facilitando la mezcla de actividades, con mayor protagonismo del peatón para que realice sus compras o asista a servicios con mayor comodidad y seguridad. Promoviendo nuevas formas de entender el diseño urbano, con la participación necesaria de vehículos. En un entorno respetuoso con el medio ambiente, viable económicamente y de alto impacto social. Este es el gran reto de nuestros representantes a nivel nacional: promover inversiones estatales, privadas o en APP’s (Alianzas Público Privadas).

En la ciudad no hay empleo porque los que necesitan crearlo no lo hacen, es una verdad de Perogrullo, pero es así; que la gente no quiere trabajar. También es así, pero en la creación de empleo es necesario, resultar atractivo para que una persona, posible empleado o empleador, los elija para entregarle, a cambio de dinero, su talento, conocimiento, habilidades y experiencias. Ofrecer un empleo no es como tirar un pan al suelo para ver quien, después de muchas peleas, lo agarra primero.

En esta ciudad debe haber mucho dinero. Algunas características lo hacen suponer. El dinámico crecimiento de la ciudad, las ventas de carros, la vida nocturna. Pero de esta dinámica la excepción es el centro. Hay zonas muy afectadas, por el deterioro, las drogas, el crimen, causado, entre otras razones, por el abandono que de estos predios han hecho sus propietarios. Y tal vez no tengan especial interés o las herramientas necesarias para cambiar la situación. Ellos, los dueños, no viven allí. Hoy por hoy el centro es una muy buena oportunidad para invertir, para recuperar el valor de su infraestructura y generar empleo en la ciudad, tanto en la transformación física como en las futuras actividades.