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Región  |  13 marzo de 2018  |  12:00 AM |  Escrito por: Edición web

Educación: al gobierno de Santos le quedó grande la tarea

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Por Germán Rojas Arias

Miguel Ángel Pardo Romero, presidente de la Asociación Distrital de Educadores, ADE, de Bogotá estuvo en el Quindío participando en la asamblea general de delegados del Sindicato Único de los Trabajodres de la Eduación del Quindío, Suteq que tuvo lugar en el centro de convenciones de Armenia con la convocatoria de más de 500 docentes representantes de las diferentes instituciones educativas del departamento.

El Quindiano habló con el dirigente sindical de la capital de la República sobre diferentes temas entre ellos la revocatoria del mandato del alcalde Enrique Peñalosa, la jornada única, el latente paro indefinido del magisterio nacional, el estatuto docente y la problemática de la atención en salud de los maestros.

Ustedes hablan de un atentando en Bogotá contra la Constitución Política de Colombia, ¿de qué se trata?

Ha ocurrido un atentado contra la Constitución política de Colombia, contra el Estado social de derecho al producirse la negativa de respetar el proceso de revocatoria al alcalde Enrique Peñalosa habiéndose cumplido con todos los requisitos de ley por parte de los promotores de la inicativa.

Lo grave es que el establecimiento ha rodeado a Peñalosa que hoy puede mantenerse como un candidato legalmente elegido pero completamente ilegítimo al huirle a este proceso de someterse a las urnas. Este hecho llama a que los ciudadanos de Colombia le neguemos y digamos que ni solo voto a los candidatos al Senado y a la Cámara que están avalando esa negativa de la revocatoria. Y ni un voto a los candidatos al Congreso que hoy no han dicho absolutamente nada contra el despido masivo de los trabajadores y los pilotos de Avianca. Los dos hechos constituyen un atentado con la Constitución y no pueden elegirse personas que de entrada niegan la ley y que con ello le están anticipando a los colombianos que no van a acatar las normas constitucionales que ellos mismos promueven.

¿A nivel educativo en Bogotá y en el territorio nacional, cuál es la situación?

El pasado 28 de febrero radicamos el pliego de peticiones del magisterio ante el gobierno de Peñalosa, donde hay cuatros ejes pero quiero resaltar la exigencia de condiciones dignas para la educación en la capital de la República. Hoy los estudiantes, los niños, los jóvenes están sometidos a un proceso de hacinamiento, de alimentación insuficiente, incluso descompuesta en el desarrollo de la mal llamada jornada única y se ha iniciado un proceso de regularización de las condiciones laborales obligando a los maestros a pasar de 6 a 10 horas de jornada laboral. Nosotros no aceptamos una mal llamada jornada única a costa de la pedagogía, el bienestar de los estudiantes, la salud y la sobrecarga laboral de los maestros. Esta situación se prersenta en todo el pais

¿Quiere decir que el discurso ha cambiado a la fecha, ya no es que no hay garantía para instaurar la jornada única sino que se debe erradicar de manera definitiva?

Lo que estamos pidiendo es la suspensión de la jornada única. La ADE en la última junta nacional le pidió a Fecode, más allá de plantear la jornada única plantear al gobierno nacional la suspensión de la misma porque no hay las condiciones, no hay recursos. Los gobiernos tanto central como seccionales advirtieron que no hay recursos para ello y aún así intentan imponerla sin un maestro más. Saben que se necesitan 100 mil docentes en todo el país, en Bogotá más de cinco mil y el gobierno no va nombrar y por ello aumenta la jornada laboral de los maestros existentes para atender las 7, las 6 ó 5 horas de la mal llamada jornada única.

¿Qué sigue después del paro de maestros de 24 horas del pasado 21 de febrero?

En primer lugar una felicitación enorme al magisterio de Colombia. En todas las capitales los maestros marchamos, cumplimos con el paro y con ello advertimos al gobierno que si no cumple los acuerdos suscritos en el gran paro nacional de hace un año, nos obliga a acciones de mayor alcance entre lo cual estaría la posibilidad de un paro nacional. Nosotros no vamos a matar el tigre y a asustarnos con el cuero, es decir, después de 37 días de paro ahora nos vamos a replegar ante el tema de los incumplimientos del gobierno y esta es la advertencia. El ministerio de Educación reaccionó al paro de 24 horas con una mesas de trabajo, apresuró el proceso de reuniones entre Fecode y el gobierno pero hasta la fecha no han dado ningún resultado y ninguna de las materias que hemos planteado y que son clave especialmente la de la financiación de la educación, han encontrado eco.

¿Si no hay resultados qué va a pasar?

Nosotros proponemos un paro nacional de mayor alcance ya sean escalonados de 48 o 72 horas y un paro nacional para hacer respetar los acuerdos, porque no es solo un tema de respeto sino que no hay recursos para la educación y nosotros logramos el año pasado 1.18 billones. Hoy no hay dineros para sostener la educación de 2018 en adelante. Nos corresponde defender los acuerdo o la educación pública se paraliza o simplemente se imparte en condiciones supremamente indignas e inhumanas.

¿En qué va la atención en salud para los maestros?

También hemos planteado a la Fecode, que salimos en la defensa del respeto al régimen especial a que se cumplan los términos de referencia suscritos en los contratos y al manual de contratación, pero es evidente que este nuevo modelo tiene una falla estructural que vulnera el régimen especial, no hay clínicas que atiendan esclusivamente al magisterio y eso hace que dicha atención sea indigna porque todas las clínicas andan en este momento en gran congestión y a ello se agrega que en los departamentos y municipios se ha arruinado el sistema ideal de salud. En ese orden de ideas si bien salimos con estas tareas inmediatas nosotros creemos que es la hora de agitar, así sea de manera progresiva que el Estado asuma de nuevo la atención médica, especialmente, es necesario exigir en la construción de los hospitales y de clínicas, en ese sentido creemos que no hay que esperar cuatro años para suplir este proceso que hoy está sufriendo el magisterio, que es un atentado al derecho de la salud pero sobre todo al derecho a la vida. Lo que ha iniciado hoy es un peloteo a los maestros que es el preludio de aplicarles a los docentes de Colombia y a sus familias el paseo de la muerte, esa fatídica excelencia de la ley 100 del 93 que no podemos aceptar.

¿En cuanto al estatuto docente qué se está planteando?

El magisterio se dipone a librar una gran batalla, pero lo primero que estamos haciendo es que el estatuto docente que está radicado ante la comisión tripartita tal como lo orientó el congreso de Fecode en Medellín tiene que se completamente reformado y le corresponde a las filiales, a las asambleas de delegados y a todo el magisterio rediscutir cuáles son los puntos que contribuyen a fortalecer esa propuesta.

¿Cuál es el punto principal del estatuto?

Yo creo que son básicamente tres asuntos. El primero tiene que ver con el tema de la estabilidad laboral para garantizar la libertad de cátedra, los derechos civiles, el ejercicio de los derechos políticos y la autonomía escolar. Sin estabilidad laboral no puede garantizarse esto y nosotros estamos en lo contrario de toda evaluación. En segundo lugar el derecho a la formación docente que se materializa con la financiación estatal y adecuada y entre más formación tiene que haber mejor calidad de vida, y eso significa y se sintetiza en una escalafón nacional que permita que los ascensos se produzcan para todo el magisterio con base en los tres criterios que hemos defendido: formación académica, título o experiencia. Los ascensos no deben ser para solo un grupo de docentes tiene que garantizar volver a ascender con esos tres criterios los maestros del 1278, 2277 e inluso el tema de los presionales porque el ascenso común es para toda la profesión y tienen que ser beneficiados de ello los maestros de sector público y los del sector privado. Y por último la restitución de las condiciones dignas de trabajo que hoy no las tenemos en el terrtorio nacional, porque el hacinamiento es la nota. El número de estudiantes sin límite es la nota, la sobregarga y por supuesto todo eso afecta la calidad de la educación. Creo que esos tres ejes son clave para poder establecer un estatuto docente que dignifique la profesión para todo el magisterio, es una lucha conjunta y no solamente para un sector.

¿Hay mediocridad en la administración de las instituciones educativas ahora que se han convertido en empresas?

Esto tiene que ver con la concepción Neoliberal que dice que puede haber política educativa pública sin dignificación de la profesión y el trabajo de los profesionales de la educación, nosotros les decimos es imposible. No puede haber política educativa avanzada sino hay una condición digna para la labor pedagógica en la que participan niños, niñas, jóvenes, maestros, educadores, y trabajadores administrativos y esa es la discusión. Es decir no puede haber educación en condiciones dignas sino hay un presupuesto estatal y adecuado y ese el el punto principal que conquistamos en el paro y que tenemos que defender.

 

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