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Política  |  08 junio de 2018  |  12:00 AM |  Escrito por: Edición web

Las opciones de segunda vuelta son muy extremistas: Andrés Hoyos

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Por Ángel Castaño Guzmán

El escritor y columnista Andrés Hoyos ha sido durante estos días uno de los principales impulsores del voto en blanco: ha defendido esta opción en columnas, entrevistas y en mensajes de las redes sociales. Cree que sin importar si llega Duque o Petro, el próximo presidente colombiano será malo por lo cual una respetable cifra a favor del voto en blanco sería una clara señal de que los caminos del extremismo no están bien.

Usted fue uno de los primeros columnistas en anunciar, pasada la primera vuelta, su opción por el voto en blanco. Muchos dicen que en este momento no tiene el voto en blanco un impacto real. ¿Cuáles serían las consecuencias para el próximo gobierno que el voto en blanco obtuviera un respaldo importante?

Creo que simplemente escribí un poco antes que los demás sobre algo que estaba en el aire. El paso a 2ª vuelta de las dos opciones más extremistas nos dejó a muchos con un gran desasosiego. Y vaya que el voto en blanco sí podría tener un impacto muy real, pese a que no existe la obligación de repetir las elecciones si gana por mayoría absoluta, como sí sucede en la 1ª vuelta, condición esta última en extremo improbable. Pero sucede que la gobernabilidad de presidente entrante, que de todos modos será malo, depende mucho del tipo de mandato que reciba y un voto en blanco abundante es un indicio fuerte de que algo no va bien. Claro, la continuidad de la presión dependerá de que tipo de oposición se ejerza a partir del voto en blanco.

En líneas generales, ¿cuáles son sus razones para decirles no en las urnas a Gustavo Petro y a Iván Duque?

Porque ambos son muy extremistas. Iván Duque, por la influencia que se presume tendrá Álvaro Uribe en su mandato. Ya sabemos que el expresidente es vengativo y que abusa del poder cada que puede. Lo mismo puede decirse sobre el extremo contrario que representa Gustavo Petro. Para mí, Petro tiene un defecto insuperable, que solo empeoraría si llega a la presidencia: cree que la ley no es con él y que puede hacer lo que quiera. Eso no se corrige a los 58 años.

Los que se oponen al voto en blanco dicen que ese camino es el más cómodo, el que le da la espalda al momento del país. Incluso en la campaña de Gustavo Petro señalan que votar en blanco es votar por el de Uribe. ¿Qué opinión tiene al respecto?

No es nada cómodo votar en blanco. Uno lo hace cuando no tiene alternativas y no quiere ser responsable de lo que haga un mal presidente. Ahora bien, que Gustavo Petro vaya, por ahora, atrás en las encuestas no es culpa de nadie si no de él. Igual, de la campaña aseguran que va a sacar la mayoría. En ese caso nos acusarían del otro lado de ayudar a elegir a un populista muy dañino. Lo cierto es que cada campaña tiene la responsabilidad de hacer ganar a su candidato. Quienes no participamos de ellas no tenemos velas en ese entierro.

Algunos comentaristas dicen que el centro no existe como opción política, que es un sector político sin posiciones reales. ¿Estamos los colombianos condenados a la eterna disputa de la derecha y la izquierda? ¿Cuáles son, en su óptica, los elementos que definen al centro?

En Colombia el centro a veces ha sido tibio e indefinido y eso ha tenido un costo muy alto. El centro suele tener la razón sobre todo por razones de método. Está demostrado que una agenda de reformas, ojalá robusta, produce mejor resultado que cualquier forma de revolución o de contrarrevolución. Cuando se intentan cambios bruscos y poco planificados, el fracaso casi está asegurado. Dicho esto, el centro puede pecar de tímido. Sin embargo, es posible plantear políticas muy caracterizadas de centro y es posible defenderlas con fuerza. Le doy un ejemplo: la legalización de la marihuana. Esta es una idea de centro y liberal, que en Colombia no tiene nada de tímida. En términos generales aquí debemos dejar de ser tan acomplejados.

En su perspectiva, ¿cuál debe ser el papel del centro –los votantes por Fajardo y De la Calle– frente al próximo gobierno?

Yo creo que deben estar en oposición, gobierne Duque o gobierne Petro. Esto no significa que no busquen el cambio efectivo de políticas, en cuyo caso, sin entrar al gobierno, podrían apoyar esta o aquella medida, quizá ejerciendo presión para que sea más sólida y audaz. El peligro, claro, estará en que algunos dirigentes transen por un plato de lentejas. Ese sería el principio del fin.

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