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Editorial  |  21 diciembre de 2017  |  07:09 AM

Rajados en competitividad turística

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Un informe reciente del Centro de Pensamiento Turístico de Colombia, ubicó al Quindío en el puesto ocho, entre 24 entidades territoriales en el escalafón del Índice de Competitividad Turística de Colombia 2017.

No quiere decir que nuestro destino sea malo, sino que habla de la capacidad del sector privado y público de sostener, ofrecer y vender el destino. Cartagena, por ejemplo, que es considerado el más importante destino colombiano, no aparece en los primeros cinco puestos. En cambio, Bogotá, está en el primer lugar, sin ser tan atractiva para la mayoría de la gente.

Por eso, hay que mirar con detalle lo que significa este informe y esta calificación. Y se hace analizando primero el concepto de competitividad que tienen los organizadores, donde están empresas como Cotelco y la Fundación Universitaria Cafam.

Para el Centro de Pensamiento Turístico, la competitividad “es la capacidad que tiene un destino para insertarse en los mercados de manera sostenible, mediante la articulación de los actores públicos y privados y la creación de productos diferenciados de alta calidad, innovadores y atractivos, que generen experiencias positivas y alto valor agregado al turista y visitante. Por tanto, la competitividad del destino se construye a partir de la planificación y gestión estratégica de las ventajas comparativas y competitivas, de tal forma que se potencie el desarrollo socioeconómico y se conserven tanto los recursos culturales y sociales, como los servicios eco-sistémicos del destino”

En ese orden de ideas, hay 104 indicadores para medir la competitividad turística. Y entre ellos encontramos planeación, estrategia de mercado, infraestructura, actividades culturales, conexión de banda ancha, conexión de transporte aéreo y terrestre, y atención en salud, aspectos sociales, ambientales, entre otros. Y claro, nos tenía que ir mal, porque estamos mal, en el Quindío, en muchas cosas.

En la estrategia de mercadeo fue en lo que peor nos fue. Especialmente la relación entre vocación turística y la promoción del producto, nos calificaron con cero. Y ahí hay una gran responsabilidad del gobierno, tanto departamental como municipal, pero también de los gremios del sector, incluyendo el comercial y el turístico, y, por supuesto, de los propios prestadores del servicio. Muy mal en la promoción por medios virtuales que, es la más expedita fórmula para llegar, hoy en día, a las personas que buscan un lugar de descanso y recreación.

En el informe se da cuenta que en el Quindío tenemos una buena infraestructura, sin ser la mejor, pero fue en el ítem que mejor nos evaluaron. La cobertura de Servicios Públicos (acueducto, electricidad, gas) recibió calificaciones de 10 sobre 10, es decir excelente. No así la conexión a banda ancha de alta velocidad ni mucho menos en el indicador: entidades prestadoras de servicios de salud de alto nivel. Y, por supuesto el indicador, Conexiones Aéreas, tenía que resultar también catastrófico, 1,88 sobre 10. Y mucho más baja, la calificación cultural de eventos y festividades, que están en el piso, 0,80 sobre 10.

Y miremos estos datos siguientes, para que nos muramos de la vergüenza: Tres indicadores obtuvieron una calificación de 0 sobre10: Destinos certificados en sostenibilidad; Oficinas especializadas en gestión turística, y Producción de información estadística de viajes y turismo. Y los tres siguientes, también calificados con 0 sobre 10: Habitaciones hoteleras categorizadas; Relación de prestadores turísticos con registros cancelados, y Habitaciones vinculadas a cadenas hoteleras nacionales.

Nuestro destino es muy bueno en paisaje y en café, pero no sabemos comercializarlo y hemos perdido el norte del servicio. Risaralda quedó tercera en esta categorización de competitividad turística, y claro, tenía que ser así, primero porque su aeropuerto es 100 veces superior al nuestro, segundo porque ellos promocionan y venden nuestro destino de paisaje, son ellos los que más venden al Quindío, pero además su planeación y gestión son superiores.

Señor gobernador, señor alcalde, señores dirigentes gremiales, empresarios del sector, hay que coger este informe y desmenuzarlo en mesas de trabajo. Mirar con lupa lo que nos pasa, porque se supone que uno de nuestros retos de futuro económico está en el turismo. No dejemos el tema ‘tirado’, al garete, porque eso es dejar ‘tiradas’ grandes inversiones para pequeños, medianos y fuertes inversionistas.

No nos pongamos ahora a buscar responsables y a echarnos culpas, identifiquemos los problemas, unamos voluntades y empecemos a encontrar los correctivos para seguir adelante, porque destino sí tenemos y, tal vez, el mejor de Colombia.

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