La semana pasada el gobierno departamental llevó a cabo la llamada Semana del Empleo en la que se acercó a los habitantes de esta parte del país a la oferta laboral disponible en las empresas del departamento.

En desarrollo de esa iniciativa el gobierno seccional se reunió con más de 40 empresarios de la región a quienes se les indicó los beneficios de publicar las vacantes laborales para facilitar el acceso a los ciudadanos, quienes al estar empleados se convierten en personas más productivas.

Así mismo, y en el marco de dicho programa, los quindianos participaron, en la plaza Bolívar de Armenia, de una feria de servicios donde diferentes entidades de la zona, entre ellas la Agencia Pública de Empleo, dio a conocer las vacantes que están disponibles en el Quindío.

Son positivas las propuestas, programas o proyectos que se implementan tanto por el gobierno departamental como por los municipales y la empresa privada, no obstante a pesar de las alternativas, Armenia y el Quindío siguen, desde hace más de una década, ocupando los primeros lugares en desempleo del país.

La alcaldía de Armenia, Comfenalco, la Cámara de Comercio de Armenia y el Quindío, el Servicio Nacional de Aprendizaje, Sena y la Universidad del Quindío entre otras entidades han creado oficinas que supuestamente ofertan empleos, incluso Actuar Famiempresa tiene elaboradas estrategias para ocupar a los habitantes de la ciudad y del departamento. Pero llama la atención y creo que muchas personas han llegado a la misma conclusión, que mientras más agencias, oficinas o llámese como se llamen se crean, hay menos empleo en la región.

Paradójico se podría decir, pero no, creemos más bien que lo que hace falta es un estudio profundo, serio, profesional acerca de las verdaderas causas por la cuales en Armenia el desempleo en lugar de disminuir aumenta.

Es cierto que uno de los factores es el abandono de la caficultura, que en los últimos años se ha acentuado y no solo de la caficultura, del campo en general. Muchos campesinos nuestros, no de otras partes, nuestros, se han venido para la ciudad a engrosar los cordones de miseria ante la falta de una política agraria que los mantenga en sus parcelas. Y en la ciudad no hay industrias, no hay nada qué hacer. Ni siquiera el turismo, área esta que solo favorece a unos cuantos propietarios de los medios de producción, pues solo unas pocas personas son empleados permanentes. El grueso de servidores del turismo son empleados temporales, en picos altos vacacionales, o los fines de semana en labores gastronómicas.

Hay que ahondar sobre este fenómeno del desempleo, que es el culpable en gran parte de la descomposición social que se vive en el departamento. La informalidad reina en las zonas urbanas de los municipios quindianos, una informalidad convertida en la única solución para cientos de familias tanto del departamento como las que a diario llegan de otros lugares, para por los menos salar el estómago. Mientras no haya empleo digno, como lo contempla la Constitución Política de Colombia como uno de sus derechos fundamentales, no abra cabida para el orden, la igualdad y la democracia.

Jóvenes profesionales pertenecientes a la Sociedad de Economistas del Quindío y con gran sentido de pertenencia, vienen realizando un análisis del desempleo en la región, trabajo que El Quindiano está publicando los días lunes. Muy interesante sus conclusiones sobre el desempleo y las ocupaciones según nivel académico, genero, entre otros, de los habitantes de esta parte del territorio nacional. Estudios como estos deben ser la base para empezar a buscar soluciones reales, no de vitrina y de papel que lo que hacen es poner más en ridículo las políticas públicas del departamento y de la ciudad de Armenia.