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24 junio de 2018  |  12:00 AM |  Escrito por: Edición web

Riquezas naturales de La Hoya del Quindío

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Imagen informe especial

Por: Jorge Hernán Velásquez Restrepo

Desde la época de la Conquista se identificó a la Provincia Quimbaya, como inicialmente se le llamó, como una región especial. En efecto, Pedro Cieza de León la describe de la siguiente forma en su libro La Crónica del Perú:

La Provincia de Quimbaya tendrá quince leguas de longitud y diez de latitud desde el río Grande (Cauca) hasta la montaña nevada de los Andes, todo ello muy poblado. Hay muy grandes y espesos cañaverales; tanto que no se puede andar por ellos si no es con muy gran trabajo pues toda esta provincia y sus ríos están llenos destos (sic) cañaverales. En todo esto de las Indias no he visto ni oído donde haya tanta multitud de cañas como en ellas, pero quiso Dios Nuestro Señor que sobrasen aquí cañas porque los moradores no tuviesen mucho trabajo en hacer sus casas. La sierra nevada, que es la cordillera Grande de los Andes, está siete leguas desta (sic) provincia. En lo alto della (sic) hay un volcán que cuando hace claro echa de sí grande cantidad de humo; y nascen (sic) desta (sic) sierra muchos ríos, que riegan toda la tierra. Los más principales son el río de Tacurumbí, el de la Cegue, el que pasa junto a la ciudad, (en este caso, Cartago, que por esa época se ubicaba donde hoy es la ciudad de Pereira) y otros que no se podrán contar porque son muchos en tiempos de inviernos cuando vienen crescidos (sic) tienen sus puentes hechos de cañas atadas fuertemente con bejucos recios a árboles que hay de una parte de los ríos a otra. Por donde vienen estos ríos se hacen algunos valles, aunque como he dicho son de cañaverales y en ellos hay muchos árboles de frutas de las que suele haber en esta parte y grandes palmares de los pixivaes .

La región contaba con una riqueza inmensa en plantas, animales y minerales como los relacionados en la época de la Conquista por los cronistas, entre ellos Lucas Fernández de Piedrahita en su obra Historia de las Conquistas del Nuevo Reino de Granada y por el Conquistador y escritor Pedro Cieza de León en su obra Las Conquistas del Perú. Cieza acompaño a Jorge Robledo en sus conquistas y recorrió todo el Occidente Colombiano, Ecuador y Perú

De lo escrito por Lucas Fernandez de Piedrahita en el mencionado libro, destacamos lo siguiente:

“Hállanse páramos a quienes el rigor de los frios hizo inhabitables, y sirven de morada a mucha abundancia de Ciervos, osos, conejos, dantas, gatos monteses donde la inclinación de la caza haya interés….., Ay llanos fértiles para todas las semillas…Los bosques son muchos y deleitosos por la variedad de aves, …; y, de pájaros para divertir con su melodía. De estos los más celebrados son el Toche, de color gualdo, y negro; el Siote, negro todo, con visos de oro en las plumas; el Azulejo celeste, y el Babaguí amarillo y negro, en cuya comparación no corren el Silguero, Ruyseñor (sic),, ni el Canario, especialmente con el Toche, que aventaja a todos en la voz, y en el instinto, y de tanto cariño al dueño, que aunque le suelte, y se vea en libertad, le vuelve el amor a la prisión de la jaula.

Tigres de notable fiereza, Leones aunque pequeños, Chunsos, Erizos, Zaynos, Faras, Arditas, a la manera de Hurones voraces, y de la misma calidad las Comadrejas, Coyas, Escorpiones, Víboras, Culebras de muchas diferencias y grandeza; y, entre todas la más temida es la Culebra Taya, por su bravosidad y ligereza. ….. se encuentran en los ríos y benegas (sic) muchos géneros de peces, buenos para el sustento, en tanta cantidad que no hay arroyo , por pequeño que sea donde no se halle alguno a propósito. ….Se hallan también en los montes, allí de tierra cálida como fría, muchos animales a propósito para el sustento, aunque no tan buenos como los de Europa: Liebres, Venados, Lochas, Cuyes y Zaynos, con los que se sustentaban los naturales, antes de pasar a Indias los ganados de España.

En los montes se hallan maderas de mucha estimación: Cedros, Nogales, Biomatas, Ebanos, Granadillos, …. el Basil, para tintas; el Zalsafras para medicinas; el Balsamo rubio, el Menjui, el Estoraque, el Incienso; y, el arbolillo de la Baynilla (sic) ..….. La Provincia Quimbaya tendrá cuarenta y cinco millas de longitud y treinta de latitud, que corren entre los términos que le da el rio Cauca, hasta las sierras nevadas de Los Andes, toda ella de tierra montuosa y donde se producen más guaduas que en otra parte de Indias. …. Achiote, para pintar telas.

Goza tan felices influxos (sic), que en él se cría el oro en tantas partes, que sus minerales exceden a los que están descubiertos en el resto de las Indias; y en las ciudades de Antioquia, Zaragoza, Cáceres, Los Remedios, Anserma, y el rio del Oro, no corre plata, porque el oro es la moneda usual con que se comercia….. Minerales: el cobre, y el plomo son metales de que no se hace caso para labrarlos, habiendo muchos en diferentes partes. …. Hallanse en las minas de Antioquia, y Guamoco diamantes dentro de las puntas de oro, aunque pequeños; jacintos, piedras de Cruz, de especial virtud para calenturas y reumas, y granates finos con abundancia, de que hacen poca la estimación que tienen.; y, además, diamantes….En Anserma, las Turquesas, Girasolas, Gallinazas y Mapulas.

Pedro Cieza de León menciona en su libro CRÓNICA DEL PERÚ. EL SEÑORÍO DE LOS INCAS las siguientes riquezas naturales:

Pag 48. CAPÍTULO XV De las costumbres de los indios de esta tierra, y de la montaña que hay para llegar a la villa de Ancerma (sic): LA GENTE de esta provincia es dispuesta, belicosa, diferente en la lengua a las pasadas. Tiene a todas partes este valle montañas muy bravas, y pasa un espacioso río por medio de él, y otros muchos arroyos y fuentes donde hacen sal, cosa de admiración y hazañosa de oír….. Una laguna pequeña hay en este valle, donde hacen sal muy blanca. Los señores o caciques y sus capitanes tienen casas muy grandes, y a las puertas de ellas puestas unas cañas gordas de las de estas partes, que parecen pequeñas vigas, encima de ellas tienen puestas muchas cabezas de sus enemigos.

Y con los españoles la tuvieron grande, sin querer estar por la paz que prometieron, luego que por ellos fueron conquistados, antes llegó a tanto su dureza, que se dejaban morir por no sujetarse a ellos, creyendo que con la falta de mantenimiento, dejarían la tierra; más los españoles por sustentar y salir a luz con su nueva población, pasaron muchas miserias y necesidades de hambres, según que adelante diré. Y los naturales con su propósito ya dicho se perdieron, y consumieron muchos millares de ellos, comiéndose unos a otros los cuerpos, y enviando las ánimas al infierno.

En muchos de éstos pueblos los prisioneros de guerra eran metidos en jaulas y los engordaban para después comérselos. También era muy común la homosexualidad masculina cuyos testimonios en piezas de barro y oro fueron en gran parte destruidos en la época por motivos religiosos.

En un pueblo que se llama Cori, que está en los términos de la villa de Ancerma (sic), está un río que corre con alguna furia, y junto al agua de este río están algunos ojos del agua salobre que tengo dicha, y sacan los indios naturales de él la cantidad que quieren, y haciendo grandes fuegos, ponen en ellos ollas bien crecidas en que cuecen el agua, hasta que mengua tanto, que de una arroba no queda medio azumbre. Y luego con la experiencia que tienen la cuajan y la convierten en sal purísima y excelente, y tan singular como la que sacan de las salinas de España

En la ciudad de Cartago, todos los vecinos de ella tienen sus aparejos para hacer sal, la cual hacen una legua de allí en un pueblo de indios, que se nombra de Consota, por donde corre un río no muy grande. Y cerca de él se hace un pequeño cerro, del cual nace una fuente grande de agua muy renegrida y espesa, y sacando de la de abajo y cociéndola en calderas y pailones, después de haber menguado la mayor parte de ella, la cuajan, y queda echa sal de grano blanca, y tan perfecta como la de España; y todos los vecinos de aquella ciudad no gastan otra sal más que la que allí se hace. Más adelante está otro pueblo llamado Coinca, y pasan por él algunos ríos de agua muy singular. Y noté en ellos una cosa que vi (de que no poco me admiré), y fue que dentro de los mismos ríos y por la madre que hace el agua que por ellos corre, nacían de estas fuentes salobres, y los indios con grande industria tenían metidos en ellas unos cañutos de las cañas gordas que hay en aquellas partes a manera de bombas de navíos, por donde se sacaban la cantidad del agua que querían, sin que se envolviese con la corriente del río, y hacían de ella su sal.

Por todas las partes de las Indias que yo he andado he notado, que los indios naturales muestran gran deleitación en traer en la boca raíces como ramos, o yerbas. Y así en la comarca de la ciudad de Antiocha (sic) algunos usan traer de una coca menuda, y en las provincias de Arma de otras yerbas. En las de Quimbaya y Anserma de unos árboles medianos tiernos, y que siempre están muy verdes, cortan unos palotes con los cuales se dan por los dientes sin se cansar (sic). En los más pueblos de los que están sujetos a la ciudad de Cali y Popayán traen por las bocas de la coca menuda ya dicha y de unos pequeños calabazos sacan cierta mixtura o confacción (sic) que ellos hacen, y puesto en la boca lo traen por ella, haciendo lo mismo de cierta tierra que es a manera de cal.

Hay muchos halcones, que en España serían estimados. Perdices, en muchos lugares he dicho haber dos maneras de ellas, unas pequeñas y otras como gallinas. Hurones hay los mejores del mundo. En los llanos y en la sierra hay unas aves muy hediondas, a quien llaman auras, mantienense (sic) de comer cosas muertas, y otras viscosidades. Del linaje de éstas hay unos cóndores grandísimos, (El Cóndor de los Andes), que casi parecen grifos; algunos acometen a los corderos y guanacos pequeños de los campos.

Algunos productos no eran originarios de la región, pero sí de otras regiones del país o de otras partes de América, como la papa, originaria de Perú y Bolivia; la yuca (venenosa, o mandioca; y, dulce), originaria de los llanos orientales de Colombia, Venezuela y la zona amazónica; y, el maíz, originario de México. Estos productos constituyeron muy buena parte de la alimentación de nuestros indígenas y, en algunos casos, como en el de la papa, constituyeron un baluarte en la alimentación de los europeos, con posterioridad al descubrimiento de América.

Mapa parcial de la Hoya del Quindío y poblaciones actuales, recuperado de Internet.

La hoya del Quindío no tiene límites definidos, pero puede decirse que es un terreno que en la época de la Conquista y principios de la Colonia, era diferente al resto de la Provincia de Antioquia de ese tiempo; y, de lo que es hoy el Departamento de Caldas. Era una región integrada en esa época a la Provincia del Cauca y perteneciente a lo que se ha dado en llamar Cauca Medio.

En el mapa se pueden apreciar los actuales municipios de Cartago, Pereira, Alcalá, Ulloa, Obando, Caicedonia, Sevilla, y todos los municipios del actual Departamento del Quindío, con excepción de Génova. Este territorio forma una superficie de aproximadamente 3.300 kilómetros, de los cuales unos 2.300 pertenecen a lo que fué el antiguo Caldas a principios del siglo XX; y, los otros 1.000 al Departamento del Valle.

Por considerarlo importante de mencionar en éste artículo, así corresponda a la época actual, recogemos lo descrito en Internet actualmente (http://www.humboldt.org.co) sobre la biodiversidad en Colombia: Con más de 54 000 especies registradas en la Infraestructura Mundial de Información sobre Biodiversidad (GBIF), Colombia comparte con Brasil el primer lugar mundial en término de biodiversidad y está identificado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente como uno de los 17 países megadiversos (sic) que albergan 70% de la biodiversidad mundial en solo 10% del territorio.

También, lo descrito en el Prólogo del documento de la Universidad Tecnológica de Pereira titulado Valoración de la Biodiversidad en la Ecorregión (sic) del Eje Cafetero. Pdf.CIEBREG, Pereira, 2009: En lo relacionado con la Hoya del Quindío o Eje Cafetero, “la región cubre menos del 0.015% de la superficie del país y alberga al 7% de las especies de plantas y animales” (Instituto von Humboldt, 1997).

*Grabado de Manuel María Paz, (1820-1902). Biblioteca Digital Mundial

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