• MARTES,  23 ABRIL DE 2024

20 julio de 2018  |  12:00 AM |  Escrito por: Edición web

Cátedra de Historia: Homenaje al Chispero de la Revolución

1 Comentarios

Imagen informe especial

El motín del 20 de julio de 1810 fue un evento histórico en Santa Fe de Bogotá que dio inicio al proceso independentista de la Nueva Granada -actual Colombia-, también conocido como Grito de Independencia, El Grito, El Florero de Llorente, o La reyerta del 20 de julio.

El Florero de Llorente, fue un evento importante en la historia colombiana que marcó el inicio de la Guerra de Independencia de Nueva Granada, que se liberó durante las primeras dos décadas del siglo XIX. Durante los eventos del 20 de julio el virrey Antonio José Amar y Borbón fue depuesto y arrestado, y para el 26 de julio se estableció una junta de gobierno libre del Consejo de Regencia de España. A partir de allí también se inicia la época denominada en la historia colombiana como La Patria Boba

José María Carbonell, el Chispero de la Revolución

Llamado el Chispero de la Revolución, José María Carbonell tuvo un papel determinante en el levantamiento del 20 de julio de 1810, alentando a la población para que respaldara el Grito de Independencia. Su compromiso con la causa independentista y valor patriota lo llevaron a ser perseguido y ejecutado por el régimen del pacificador Morillo durante la reconquista española.

Expedición Botánica

Prócer de la Independencia nacido en Santafé, en 1778, muerto en la misma ciudad, el 19 de junio de 1816. Conocido en la historia de la independencia de Colombia como el "Chispero de la Revolución", por su acción dinámica y decisiva en los hechos políticos del 20 de julio de 1810, José María Carbonell era hijo de José Carbonell y María Josefa Martínez Valderrama. Recibió sus primeras enseñanzas en el Colegio Mayor de San Bartolomé, y después trabajó con la Expedición Botánica. Influenciado por la Ilustración y el Racionalismo cuando las ideas de la modernidad entraron al Nuevo Reino de Granada, precisamente por el camino de la Expedición Botánica, fue nombrado amanuense de la Expedición, bajo las órdenes de Sinforoso Mutis.

El pueblo, la base

Era un escribiente u oficial de pluma, y le correspondía copiar lo que se necesitara en las investigaciones de los miembros de la Expedición Botánica, en especial del sobrino de Mutis. Una de las obras que escribió como amanuense fue la Historia de los árboles de la quina, obra póstuma del sabio José Celestino Mutis. El ambiente de libertad y de independencia que se vivía en la Expedición Botánica fue esencial en el pensamiento y la acción del criollo José María Carbonell. Él pensaba que lo más importante en el proceso revolucionario era la acción del pueblo, de las clases humildes; ello señala que, según Carbonell, el pueblo era la base única de toda empresa fecunda.

Embriagado con la libertad

El 20 de julio de 1810 fue Carbonell quien movió las masas santafereñas en las horas de la tarde y de la noche.

Según los cronistas de esta fecha, los próceres Francisco José de Caldas y José Joaquín Camacho desde el Diario Político, Carbonell realizó una inmensa actividad con los sectores populares: “corría de taller en taller, de casa en casa, sacaba gentes y aumentaba la masa. Carbonell atacó La casa de Infiesta; él lo prendió y, a la vez, fue su ángel tutelar para salvarle la vida. Carbonell ponía fuego por su lado al edificio de la tiranía, y nacido con una constitución sensible y enérgica, rayaba en el entusiasmo y se embriagaba con la libertad que renacía entre las manos”, decía el Diario Político. En la primera República granadina, Carbonell fue apasionado centralista, siguiendo la tendencia partidista del precursor Antonio Nariño.

Carracos y patiadores

Se recuerda la escena cuando Carbonell pisoteó públicamente el periódico La Gaceta, órgano de los federalistas, lo cual dio origen a la denominación de "carracos" y "patiadores". Durante la Primera República, Carbonell ocupó diversos cargos: capitán de milicias de infantería, oficial mayor de cajas, contador y tesorero de Hacienda de Cundinamarca. Siempre abogó por la libertad y la independencia; abogó también por una administración más pura, más amplia, liberal, más acorde con las nuevas y necesidades del recientemente conformado Estado nacional. En los años de la reconquista española en el Nuevo Reino de Granada, cuando se instauró el terror y la persecución a los criollos revolucionarios, cayó el “chispero de la revolución” del 20 de julio de 1810.

Autor y cabeza del motín

La reseña que el pacificador Pablo Morillo hizo sobre la participación de Carbonell en la Independencia dice: “José María Carbonell. Fue el primer presidente de la Junta tumultuaria que se formó en esta capital, quien puso los grillos al excelentísimo señor virrey Amar, y lo condujo a la cárcel; el principal autor y cabeza del motín, el que sedujo a las revendedoras y a la plebe para insultar a la excelentísima señora virreyna, cuando la pasaban presa de la Enseñanza a la Casa del Divorcio; ministro principal de Tesoro Público; acérrimo perseguidor de los españoles americanos y europeos que defendían al rey, y uno de los hombres más perversos y crueles que se han señalado entre los traidores”.

Ahorcado

El 19 de junio de 1816 Carbonell fue ahorcado en la Huerta de Jaime, en Bogotá. Antes de morir hizo al pie del suplicio una plática que enterneció a los patriotas; le dijo al verdugo: “Yo te perdono de corazón, que tú no tienes la culpa”.

 

Con el apoyo de:

enciclopedia.banrepcultural.

 

Imágenes

Comenta este informe especial

©2024 elquindiano.com todos los derechos reservados
Diseño y Desarrollo: logo Rhiss.net