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Editorial  |  12 diciembre de 2017  |  12:00 AM

Plazas de mercado, un asunto de las multinacionales

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En el pasado reciente insistimos en que la Plaza Minorista de Armenia, construida en el lote del antiguo batallón Cisneros, había sido un error. Hoy, más de 10 años después de haber sido construida, el tiempo nos da la razón. Error, no solo porque el acceso al sector siempre ha sido difícil, con vías congestionadas, a pesar de la nueva ruta por el barrio El Recreo y los arreglos que le han hecho a la calle 21 por cuenta de la empresa Amable. Sin embargo, este es un problema que se puede solucionar con unos cuantos miles de millones de pesos más, para satisfacción de aquellos que prefieren el pavimento al trabajo productivo.

Nadie que viva en los barrios del sur va a la plaza Minorista, ni tampoco los del norte, ni siquiera los del centro, incluso, no creemos que los mismos habitantes del sur-occidente (sector de Recreo-Unión- Siete de Agosto) den semejante vuelta. Es decir, la plaza Minorista se quedará para servir a los habitantes de unos pocos barrios de la ciudad: Américas, La Patria, Rojas Pinilla, Clarita y circunvecinos. Esta no será jamás una plaza para la ciudad. Un ejemplo claro es recordar la antigua plaza de mercado en el centro de Armenia y retener en la mente la cantidad de locales que estaban vacíos. Es decir, había ya una estampida de usuarios que estaban comprando cerca de sus casas.

Armenia no necesitaba una plaza minorista, la ciudad necesitaba pequeñas plazas satélites en diferentes sectores, estudiados milimétricamente. Deberían de ser pequeños supermercados de cárnicos, lácteos, frutas, legumbres y verduras frescas, como lo propusimos desde entonces, en varias oportunidades y por diferentes medios, pero se hizo caso omiso a estas sugerencias. Deberían de haber sido varios lugares donde no hubiera carne colgada sino en refrigeradores, con pollo y frutos del mar, con pesas digitales y mesones de porcelana, donde no hubiera legumbres y hortalizas con tierra ni frutas con suciedades, sitios higiénicos, agradables, que invitaran a comprar.

Es decir, debieron de hacerse plazas que le compitieran a los supermercados, pero más cerca de la casa y a mejores precios. Dijimos entonces que siete sitios eran suficientes: Las Américas, Granada, Unión, La 50 (Plaza El Retiro) Casa Blanca, Centro y Norte, o si se quiere diez, uno por cada comuna. Cada plaza debería ser una cooperativa en la que participaran los antiguos arrendatarios de la vieja plaza y los vendedores ambulantes organizados, quienes deberían gestionar ayudas y créditos para tener excelentes sitios. Una plaza pequeña, satélite, se presta mucho más para su administración, vigilancia y aseo.

Dijimos entonces, hace diez años, que de no hacerse las plazas satélites, se quedarían solos los vendedores la plaza Minorista, con sitios vacíos, quebrados, y seguramente otros empresarios, con más visión, pondrán en marcha el proyecto de plazas satélites privadas. Y sucedió tal y como lo predijimos. Vinieron a poner plazas satélites, tipo supermercados, dos grandes empresas multinacionales: Ara y D’uno.

La poca visión de nuestros dirigentes nos tiene en las condiciones que vemos ahora, con una Plaza Minorista que es un monstruo vacío, un elefante blanco, donde se han invertido casi $6.000 millones de pesos, sin efectividad. Y con los vendedores de frutas y verduras apiñados en una plaza pública del centro de la ciudad, la plaza de la quindianidad, que afea todo el sector y lo pone como una zona de muy mal gusto para propios y turistas.

La plaza Minorista debe recomponerse. Adecuar allí una pequeña plaza satélite, para el sector, y reutilizar toda la edificación en algo más productivo para la ciudad. Y, construir lo más pronto posible la nueva pequeña plaza cuyabra, contigua al nuevo Centro Comercial del Café.

Hacer plazas satélites en las 10 comunas de Armenia, ya no sería razonable, cuando el gran capital multinacional se nos adelantó e instaló los mercados Ara y D’uno. Es decir, no necesitamos plazas de mercado. Eso sí, hay que organizar los tres lugares que quedan: La plaza Minorista, la placita Cuyabra y la pequeña plaza espontánea del sector de las 60 casas.

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