No es bueno para un municipio que su alcalde presente una imagen negativa para gran parte de los proyectos que la ciudad tiene de vieja data. Está bien que denuncie las dificultades y las irregularidades, pero que, al tiempo, les ofrezca a los ciudadanos soluciones y alternativas viables y seguras.

En los últimos meses hemos visto a un alcalde de Armenia negativo. “No se pueden hacer todas las obras por valorización contratadas por la administración anterior”, fue una de las primeras notificaciones que hizo. Y, efectivamente, quedaron en el limbo la mitad de esas obras proyectadas. Lo grave de este asunto es que a los ciudadanos se les está cobrando, y muchos ya pagaron, para hacer todo el paquete, no solo las que al alcalde se le antojen.

“No se puede construir en altura en algunas zonas de la ciudad”, esta ha sido otra notificación del alcalde, que si bien tiene la intención de proteger al ciudadano frente al riesgo que la ciudad mantiene por su alta sismicidad, no consulta la realidad de las normas nacionales sismorresistentes, que vienen siendo aplicadas por todos los constructores. Si bien la decisión de no construir más en altura protege también el medio ambiente, no hay un estudio serio, contundente que hable sobre este particular, porque, además, el gerente de EPA ha dicho que agua hay suficiente para todos los proyectos urbanísticos previstos.

“No se puede construir más sobre la avenida Centenario”. Respaldamos esta medida del alcalde de proteger el Paisaje, de no dejarlo privatizar, pues el paisaje es un bien público y colectivo, pero en su no a la avenida Centenario, tampoco nos presentó soluciones a la vista, al corto y mediano plazo. ¿Cuáles son las soluciones para los dueños de los lotes? Ummm, nadie sabe.

“No podemos hacer los parqueaderos en el proyecto Turístico y Cultural de la Estación y por tanto se van a perder $11.000 millones”. Esto significa que no va a haber proyecto allí. Y dijo el alcalde que la razón era que Invías no cedía el lote donde están proyectados los parqueaderos. Esta es una posición muy negativa, porque el director de Invías dijo en la reunión con empresarios en la Cámara de Comercio, la semana pasada, que se pueden buscar soluciones. Es decir, el alcalde debió empezar diciendo eso, ‘vamos a buscar soluciones’, y no dejarse llevar por el negativismo y el pesimismo.

“Perdimos la ficha del Deportes Quindío, según el fallo del Consejo de Estado”, dijo el alcalde el día de la exaltación del deportista del año por parte de Acord Quindío. Para muchos analistas, la ficha no se ha perdido porque lo que argumentó el Consejo de Estado es que esta institución, el Deportes Quindío, es un bien patrimonio cultural y deportivo de la ciudad. Y si cierto es que el municipio de Armenia no puede ser propietario del mismo, el equipo puede quedarse aquí y tener socios de aquí, lo que sigue siendo viable. Esto es, no lo hemos perdido, señor alcalde.

Definitivamente, las ciudades necesitan alcaldes que actúen en positivo, que denuncien las irregularidades que encontraron, sí, es un deber moral y legal hacerlo, pero que no se queden allí, llorando sobre la leche derramada, sino que asuman el liderazgo para el cual fueron elegidos: dirigir la ciudad, y en ese propósito, terminar las obras de sus antecesores, antes que empezar unas nuevas.

De manera que, señor alcalde Carlos Mario Álvarez, con respeto se lo sugerimos, sálgase de la minucias de la política local, asuma un reto mayor, mire la ciudad en positivo, y arranque su gobierno, que apenas le quedan dos años.