• VIERNES,  03 MAYO DE 2024

Editorial  |  21 febrero de 2018  |  12:00 AM

Saqueos, campanazo social en el Quindío

0 Comentarios

Imagen noticia

Los habitantes de Calarcá vivieron un verdadero terror durante todo el día.

Los saqueos realizados ayer en Calarcá y los intentos hechos en Armenia no son otra cosa que un enorme campanazo a la crisis social que vive el departamento del Quindío. Ver la turbamulta correr desesperada por las calles de Calarcá, buscando cómo ingresar a los establecimientos comerciales, es un escenario parecido solo con lo que viene pasando en el vecino país de Venezuela.

Los habitantes de Calarcá vivieron un verdadero terror durante todo el día, por cuenta de la turba que venía de los barrios populares, azuzados, seguramente, por delincuentes profesionales que querían apropiarse de mercancías valiosas en medio del desorden.

Lo más lamentable de estos hechos es que entre aquellos que buscaban saquear, que enfrentaron a la Policía y que provocaron destrucción de vitrinas y robo de mercancías, había una buena cantidad de niños, adolescentes y jóvenes, incluyendo mujeres.

¿Por qué se despertó esta horda de saqueadores de un momento a otro? No nos cabe la menor duda que fue orientada por personas que sabiendo la situación en que había quedado la cadena de supermercado Supercundi, tras los allanamientos de la Fiscalía por lavado de activos, supuestamente de la antigua guerrilla de las Farc, vieron la oportunidad de apropiarse de mercancías que se iban a ‘perder’ en manos del gobierno.

Hay quienes aseguran que fueron líderes de la misma guerrilla, antiguos militantes, quienes organizaron los asaltos. Eso no está confirmado, pero no tiene nada de extraño. Lo grave es que se llevaron a cabo actos vandálicos, donde se atentó no solo contra el patrimonio físico de unos privados, sino que se puso en riesgo la vida de muchas personas.

Faltó celeridad de la Policía y del Ejército para tener allí, tras la advertencia desde la noche del lunes, mucha más capacidad para actuar, más policías y soldados que generaran orden. Bien lo dijo la alcaldesa de Calarcá, no acataron la orden impartida por la primera autoridad del municipio.

Pero también le faltó celeridad a la alcaldesa, que desde el mediodía, cuando los disturbios no cesaban después de tres horas de haber empezado, debió de decretar el Toque de queda. Con este nos hubiéramos ahorrado el terror que se vivió en la noche.

Esa turba multa que salió ayer en Armenia y especialmente en Calarcá es, sin duda, la miseria adolorida, resentida, llena de hambre, sedienta de droga, alucinada, que se agazapa en los barrios populares de las dos ciudades y que, como en Venezuela, en cualquier momento puede salir, y está saliendo, a saquear, a robar, a matar, porque está enajenada y ha perdido el norte.

Hay quienes le temen a los políticos de izquierda porque van a convertir a Colombia en una Venezuela, en la Venezuela de hambre, terror, asesinatos, saqueos y horror. Qué pena con esas voces que generan miedo, pero lo que vimos ayer en Calarcá es parte de esa Venezuela, creada aquí en nuestro patio por los últimos gobiernos, todos de derecha.

Algo muy grave nos está pasando en el Quindío. Primero la asonada de rabia y odio contra un candidato presidencial de izquierda, y 20 días después, hordas completas asaltando el comercio, apedreando y buscando qué robarse. Ojo, alerta, lo de ayer es un campanazo que no podemos desatender.

PUBLICIDAD

Comenta este artículo

©2024 elquindiano.com todos los derechos reservados
Diseño y Desarrollo: logo Rhiss.net