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Editorial  |  06 enero de 2023  |  12:11 PM

La verdad sobre los precios de la gasolina

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Hay en los medios de comunicación y entre el ciudadano del común una incompleta información sobre los nuevos precios de la gasolina y el ACPM en Colombia. Y decimos incompleta porque en muchos casos solo hablan del aumento, $400 pesos por galón para la gasolina corriente este primer mes del año 2023, y $57 pesos para el ACPM. Es necesario explicar, contextualizar mucho más este asunto, para que los ciudadanos, y también los empresarios del transporte tengan mayores elementos de análisis sobre este importante rubro de la economía colombiana.

Lo primero que hay que explicar es que el precio de la gasolina en Colombia ha venido siendo subsidiada por el gobierno a través del Fondo de Estabilización de Precios de Combustibles, un fondo creado con dineros del gobierno provenientes de la venta de petróleo en el exterior. Pero ese fondo se agotó, y el gobierno ha tenido que, año tras año, traspasar dinero del presupuesto de la nación para poderlo mantener.

En este sentido, el Fondo tiene hoy un déficit de 30 billones de pesos, heredado de la administración de Iván Duque, lo que implica que el gobierno nacional tiene que sacar del presupuesto nacional, la plata de todos los colombianos, para financiar el fondo, es decir, para seguir manteniendo el subsidio a la gasolina. Ese dinero, esos 30 billones de pesos deberían de ir a solucionar problemas sociales y de infraestructura del país.

Esta es la razón por la cual, el gobierno actual se ha propuesto equilibrar los precios de la gasolina en Colombia con los precios internacionales, para que aquellos que tienen carro paguen lo mismo que cualquier ciudadano del mundo, a los precios normalizados en todas las ciudades del mundo. Y destinar ese dinero de ese subsidio, a las obras sociales prometidas, como los $500.000 para las madres cabeza de hogar y el medio salario para los mayores de 65 años que no alcanzaron su pensión y que están en los estratos más pobres de la población. Y para realizar las obras de infraestructura necesarias y pendientes, cumplirles a los jóvenes con la matrícula gratuita, etc.

La idea es que ese déficit enorme de $30 billones de pesos en el Fondo de Estabilización de Precios, se pueda cubrir en los siguientes tres o cuatro años, con aumentos graduales del precio del galón de la gasolina. Graduales son 100, 200 o 400 pesos mensuales, como viene ocurriendo desde finales del año pasado.

En nuestro sentir, es justo ese aumento y ese desmonte del subsidio, además coherente con la política del actual gobierno de descarbonizar la economía y cuidar el medio ambiente ante el avance del cambio climático. Con un precio mayor en el galón de la gasolina, muchos ciudadanos utilizarán más el transporte público, o la bicicleta, o la patineta eléctrica, o irán a pie a sus destinos de ciudad. Y, además de la contribución al medio ambiente, ese dinero irá a las obras sociales y de infraestructura que requiere el país.

Con relación al ACPM o diésel y la protesta de los transportadores, es bueno atender y analizar el asunto desde la fuente. El propio Ministerio de Transporte ha dicho que el precio que rige a partir del 1 de enero en el diésel, no constituye una modificación de la estructura tarifaria de este combustible, ni el desmonte de ningún subsidio, ni cambio en la metodología para el cálculo del precio. El cambio del costo por galón en el diésel (57 pesos) obedece exclusivamente a la aplicación de la actualización anual de algunos parámetros en la estructura del precio por el efecto de la Inflación del año 2022.

De manera pues que no nos dejemos llevar tan fácil por las voces que quieren desestabilizar el gobierno con puyas politiqueras y partidistas, y miremos las acciones de este gobierno como un esfuerzo por lograr un equilibrio social y ambiental en la nación.

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