En Colombia, por cada 100.000 habitantes tenemos 300 abogados. Le ganamos a Italia, España, Argentina y Brasil. Estos, y otros conceptos fueron expresados por el litigante Horacio Gómez Aristizábal, al recibir el título de “Doctor Honoris Causa” de la Universidad La Gran Colombia, por sus 20 libros publicados sobre temas jurídicos.

Gómez dijo que en el escandaloso tema de Odebrech, han sido centenares de abogados inescrupulosos que han imaginado toda clase de trucos, para que funcionarios inmorales den zarpazos al erario público, en beneficio de hábiles manipuladores. En cada contrato, por cada ingeniero contratan a dos abogados, para introducir cláusulas y condiciones perversas, no para ejecutar la obra, sino para armar un jugoso pleito en contra del Estado.

En los países desarrollados como Alemania, Inglaterra, Francia, Italia y otros, por cada facultad de Derecho existen más de 30 instituciones técnicas. En Colombia, con un tablero, tiza y galpón, se monta una facultad de Derecho. Casi que le dicen al estudiante, “Gradúese de abogado ya, y aprenda derecho después”. Las autoridades han tenido que dictar multitud de normas, aumentando los requisitos para ser “doctor”, pues la actitud blanda y permisiva de varios institutos, explica la explosión de abogados. Tenemos 220.000 doctores. Algunos de ellos son una amenaza para la sociedad, como lo prueba el protagonismo de indeseables togados en el caso Odebrech, con altos funcionarios, parlamentario y políticos presos y procesados, sostuvo el jurista Gómez en su discurso al recibir el doctorado Honoris Causa

Finalmente, Gómez precisó: “Los delitos más frecuentes de los abogados son los relacionados con dineros ilícitos, falsedades, estafas, abuso de confianza, prevaricatos, cohecho, concusiones y mil defraudaciones disciplinarias. Las estadísticas del Consejo Superior de la Judicatura contra abogados deshonestos asombran”.