El permiso de talar los árboles y ubicar un parqueadero en el barrio Pradera Baja de Calarcá, sitio del desastre ambiental, lo dio la exalcaldesa Yenny Trujillo, poco antes de concluir su mandato. Hicieron el daño, talaron gran cantidad de árboles en el barrio Pradera Baja, hasta cuando la comunidad no se aguantó y protestó. La protesta, en un comienzo no fue escuchada, y la motosierra continúo su trabajo.

Después del escándalo en los medios, auspiciado por las quejas de la comunidad, el alcalde de Calarcá Luis Alberto Balsero Contreras verificó las obras de tala y ubicación del parqueadero en el barrio Pradera Baja y decidió suspender el arboricidio y revisar los permisos correspondientes.

El alcalde Balsero sostuvo que ya entregó instrucciones precisas a la Policía ambiental, a sus funcionarios y pidió a la Corporación Autónoma Regional del Quindío verificar permisos y la pertinencia del proyecto.

“Se ordenó la suspensión de cualquier tipo de obra o actividad en ese sitio hasta tanto se obtenga un informe de la autoridad ambiental –CRQ sobre la posible afectación que se pueda producir con el funcionamiento de un parqueadero en el sector”.

Punto seguido manifestó que en cuanto a las especies de flora que fueron tumbadas no hay registro de que sean individuos en peligro de extinción pero si especies frutales que fueron plantados por los ciudadanos. También afirmó que no conoce al señor Jhon Jairo Soto Benítez, la persona responsable de los trabajos en la manzana siete del barrio en mención y que hay directriz de hacer un análisis jurídico del contrato suscrito.