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Denuncia  |  04 febrero de 2020  |  12:00 AM |  Escrito por: Edición web

Denuncian destrucción de bosque de Palma de Cera, hábitat del loro orejiamerillo

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Una protesta generalizada de ambientalistas se registra en el Quindío, tras la siembra de cultivos de arracacha y fumigación con glifosato y otros en el cañón del Río Toche, en los límites de los departamentos de Quindío y Tolima, donde hay un importante bosque de Palma de Cera.

La Fundación Pro-Aves, que trabaja en la conservación de aves en este sector de la cordillera, expresó su descontento, a través de su cuenta de Facebook. “Con inmensa tristeza compartimos estas imágenes, tomadas el día de ayer 31 de enero de 2020, cerca de las 10:00 de la mañana. En el cañón del Río Toche están abriendo nuevos cultivos de arracacha, fumigan con glifosato en bosques de palma, para despejar el terreno. Luego, prenden fuego a la vegetación seca”, denuncian desde la Fundación.

Pro-Aves sostiene en su escrito: “Es de vital importancia proteger la Palma de Cera, árbol nacional de Colombia y hogar del Loro Orejiamarillo”. Dicen que estas acciones de siembra de cultivos y fumigación con glifosato afectan las poblaciones de especies amenazadas como el loro orejiamarillo. “Ayúdanos compartiendo estas imágenes, la tarea de conservación, es de todos”, piden en su portal de Facebook las Fundación Pro-Aves.

“El Loro Orejiamarillo (Ognorhynchus icterotis) es un loro andino del tamaño de una pequeña guacamaya, y tan diferente de cualquier otro loro que taxonómicamente siempre ha sido tratado dentro de un género aparte. La especie es gregaria, realiza desplazamientos regionales y es dependiente de las palmas de cera (Ceroxylon spp.), donde usualmente duerme y anida. Tristemente, esta especie de ave está amenazada debido a que ha sido perseguida como fuente de alimento y a que su hábitat ha sido destruido, lo que ha resultado en un descenso poblacional vertiginoso comparable a lo ocurrido con el Periquito de Carolina (Conuropsis carolinensis) en Norteamérica (BirdLife International, 2004). La especie es sobresalientemente estacional y presenta movimientos marcados (Collar et al. 1992, Krabbe & Sornoza 1996)”, según dice en su introducción el estudio denominado Proyecto Loro Orejiamarillo: una iniciativa de conservación, de la Fundación Pro Aves.

Sobre su hábitat en la zona de la cordillera quindiana, el documento precisa. “Una localidad en el área del Macizo de los volcanes Ruiz y Tolima, en la cordillera Central de Colombia, contiene los fragmentos más grandes de palmas de cera que sobreviven; se ha estimado que se extienden por un área de más de 1,000 ha (P. Salaman obs. pers.). En dicha zona, la Palma de Cera del Quindío (Ceroxilum quindiuense) se encuentra dentro del bosque montano y forma mosaicos junto con áreas de pasturas. La mayoría de las observaciones realizadas sobre la especie y los informes que se han producido en los últimos siete años tienen que ver con esta región, que aún no se encuentra protegida bajo ninguna figura legal”.

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