Con pesar recibió el Quindío la muerte de Jorge Iván Echeverry Correa, a sus 69 años de edad. Su último cargo: asesor del despacho del exgobernador Carlos Eduardo Osorio Buriticá. Antes había ocupado en ese mismo gobierno el puesto de director de Industria y Comercio del Quindío, dependencia de la secretaría de Turismo, Industria y Comercio del departamento.

A Jorge Iván lo fue minando un cáncer que le descubrieron hace cerca de un año. A pesar de su enfermedad, siguió laborando y ‘soñando’, como siempre lo hizo, con un Quindío empresarial. Con él no había otro tema, sino la creación de empresas, la venta de las mejores condiciones de Colombia en el Quindío para que los inversionistas llegaran a esta tierra. Y logró muchos de esos propósitos. Gracias a su trabajo desde varias posiciones que ocupó, al Quindío llegaron muchos empresarios.

Había nacido en San Andrés de Cuerquia, Antioquia en 1951. Llegó a Armenia en los años 80’s como egresado profesional en Administración de Empresas de la U. Nacional de Manizales y con una maestría en Gerencia de Servicios Sociales de la U. Luis Amigó en Medellín.

Perteneció a la Junta de la Cámara de Comercio de Armenia por 12 años y fue presidente de la misma de 1993 a 1994. Fue uno de los impulsores de la construcción del edificio nuevo de la Cámara de Comercio, en la carrera 14 con calles 23 y 24.

La mayoría de la gente lo conoció como empresario, representante de la distribuidora Croydon en Armenia, almacén ubicado en la carrera 16, entre calles 19 y 20, frente al edificio de la Lotería del Quindío. Fue cofundador en la creación de iniciativas para la consolidación comercial de proyectos como Cenexpo, la Fundación Micros, donde fue asesor por 15 años, apoyó la iniciativa de traer a la ciudad el Colombo Americano y el Colegio Gimnasio Inglés de Armenia de donde son egresados sus dos hijos.

Jorge Iván Echeverry perteneció a la junta nacional de Confecamaras, fue docente universitario por 23 años en diversas universidades de la ciudad entre ellas la EAM, la Gran Colombia y la Universidad del Quindío.

Junto con sus hermanos y padre Darío Echeverri Pérez fundaron la fábrica de tizas para billar Reggia, que estuvo en sus manos durante 20 años, con exportaciones del producto a España. Jorge Iván era un caminante empedernido. Pocas veces viajaba en bus urbano o en otro transporte de su casa en la 10 Norte al centro de la ciudad. Siempre, o casi siempre, lo hacía caminando.

Sus hermanos lo recuerdan como un hombre maravilloso, hijo ejemplar, esposo amoroso, padre modelo y un ciudadano intachable para la comunidad quindiana.

Le sobreviven su esposa Inés Clemencia Ceballos y sus hijos Santiago y Alejandro Echeverri Ceballos. La velación se llevará a cabo en la Sala de Jardines de la Esperanza en el parque de Los Fundadores. Sus exequias se realizarán en la iglesia del Espíritu Santo, pero aún no se confirma su hora.

El Quindío pierde uno de sus grandes hombres. Paz en su tumba y nuestra voz de solidaridad con su esposa, hijos, y demás familiares.