Los vendedores de frutas y verduras y otros alimentos perecederos que estuvieron casi 2 años en la plazoleta de la Quindianidad, en el CAM, fueron trasladados al final del gobierno del exalcalde Óscar Castellanos Tabares a la, según la alcaldía, moderna Placita Campesina o Cuyabra, en el mismo espacio del Centro Comercial del Café, sobre la carrera 18 con calle 16 de Armenia.

El gobierno que comenzó el pasado primero de enero encontró que de los 97 pequeños comerciantes de perecederos que ubicaron en este sitio, solo quedaban 15 a comienzos del 2020. Hoy, un mes y diez días después del gobierno de José Manuel Ríos, todos están en las calles, por fuera de la Placita.

En otros términos, este nuevo experimento con los vendedores de perecederos, se considera otro fiasco más de las administraciones municipales. Los vendedores están en todas las esquinas del centro de la ciudad, se les ve en la calle real, en la calle 19 entre carreras 17 y 18, en la carrera 16, en cada esquina el ciudadano se topa una carreta con una venta de frutas, verduras, hortalizas, chontaduros, etc. Pero, muy especialmente, están ubicados sobre la calle 16 entre carreras 18 y 19.

¿Por qué se salieron de la Placita? Según sus líderes, porque fueron trasladados para allí sin que se hubieran terminado las obras físicas. En realidad fueron a dar a una plaza que más parecían cambuchos después del terremoto. No tenían servicios públicos completos y quedaron prácticamente escondidos del público comprador. Por eso, y frente a las dificultades económicas por las bajas ventas, se vieron obligados a tomar otra vez las calles.

El secretario de Gobierno y Convivencia Ciudadana de Armenia Javier Ramírez Mejía empezó la semana pasada un diálogo con los vendedores, que tienen disposición de reubicación, pero en mejores condiciones, higiénicas y de proyección comercial. Los diálogos apenas comienzan, pero, mientras tanto, la calle 16 está completamente ocupada por los vendedores, como muchas otras esquinas del centro de la ciudad.

“Vamos a tener un diálogo directo con los líderes de los vendedores, de hecho ya hemos conversado y llegado a unos arreglos preliminares. Es necesario buscar una solución de fondo, que no riña con la decisión legal, proveniente de un juez, que ordenó la reubicación. Hay varias propuestas que vamos a discutir con el alcalde para tratar de darle la solución justa que se merecen los vendedores, pero también los ciudadanos que reclaman un espacio público libre para la movilidad”, sostuvo Ramírez Mejía.