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Columnistas  |  09 abril de 2020  |  12:00 AM |  Escrito por: Wilfer Ulises García Pinzón

Educación y medios contagiados de “batallas” policiacas

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Wilfer Ulises García Pinzón

Por: Wilfer Ulises García Pinzón

Abogado - Periodista

Estamos viviendo un momento único en nuestras vidas, avanzando en el confinamiento en casa por cuenta del COVID19 y con ello las medidas adoptadas por el presidente Iván Duque, en este tiempo declarado estado de excepción para hacerle frente a una pandemia.

Existe un descontento generalizado en la Asociación Colombiana de Actores (ACA) en contra del Decreto 516 de 2020, emitido por jefe de Estado, este acto administrativo señala, la reducción significativa del porcentaje mínimo de tiempo de producciones de televisión nacional, cuando siempre se ha mantenido en un mínimo del 70% entre semana en las franjas de más audiencia y del 50% los fines de semana. Ahora, la medida adoptada por el confinamiento determina que la cuota de pantalla baja al 20%.

Los colombianos acostumbrados a consumir producciones, vaciadas de contenido educativo generada por la industria de la televisión, muestra de ello el bombardeo publicitario que vienen recibiendo los hogares colombianos con la campaña de expectativa que invita a ver de manera masiva “la vida y obra del general Oscar Adolfo Naranjo Trujillo”, serie violenta, con mantos de oscuridad que no se aproxima a diferenciar una televisión con corte educativo, de aprendizaje y mucho menos a entender la pantalla chica como un constructo social cultural y educativo, alejado de cualquier objetividad que impide distinguir el bien y el mal.

Los medios de comunicación y la educación poseen un deber ser y va orientado a visibilizar las más altas virtudes humanas, al mejoramiento de las formas de convivencia, a exaltar los valores de la nación, Contribuir a elevar el nivel cultural, fortalecer las convicciones democráticas, la unidad nacional entre muchas más, evitando con ello influencias nocivas o perturbadoras al desarrollo de una nación y a sus habitantes, en especial a las futuras generaciones.

virtudes que deben permear a los medios de comunicación y la educación, siendo aprovechadas a tope por las familias colombianas y aún más en tiempos de pandemia, alejadas de este show mediático que pretende proyectar al oscuro y cuestionado general, expresidente de Colombia Oscar Adolfo Naranjo Trujillo, como un “ídolo”, un “héroe” un “legendario”, cuando su trayectoria policial fue simplemente estructural cumpliendo órdenes del también cuestionado presidente de la época, quien lo mantuvo equivocadamente alimentando el discurso adulador y su adicción al poder, durante su permanencia en la dirección de la policial nacional.

Es tal la indignación del pueblo colombiano, ante la proyección de esta segunda temporada del general “coca”, que los derechos de petición con sendas peticiones ante el canal de televisión privado no se han hecho esperar en defensa de la educación todo para no exponer a las familias a una violencia gratuita permeada de estereotipos apetecibles con estilo de vida que invitan a la idolatría a glorificar y hacerle culto al crimen que en su momento los colombianos se vieron abrumados por el narcotráfico, el secuestro y otros flagelos.

Colombia un país donde sus habitantes poseen más celulares que televisores, los contenidos informáticos influyen en la conducta de los colombianos, entre quienes es tendencia hoy en las redes sociales el rechazo, la indignación y el repudio frente a esta segunda temporada del “general de las mil batallas”, de quien recuerdan fue nombrado amañadamente por la Asociación Internacional de Jefes de Policía como el “mejor policía del mundo”, asociación que desconoció e ignoro el concepto de la base piramidal policial y de la misma sociedad, quienes tienen claro que este cuestionado general no ha sido el mejor referente social, una sociedad que no conoce de virus ni de temores reverenciales.

Los colombianos rechazan la segunda temporada del general “Natalia”, como así fue llamado en el oscuro mundo del narcotráfico, quien con esta producción pretende quedarse en la memoria de un colectivo que lo rechaza vehementemente, quien presume dones de mando, cuando esta serie de televisión en nada aporta a la educación y mucho menos se muestra solidaria con la sociedad colombiana golpeada, dolida ante la muerte, la perdida de sus seres queridos atacados por un virus que no distingue de rangos policiales, ni mucho menos de egos inflados.

Portales como el Home Noticias, https://www.elhomenoticias.com/justicia/lo-que-nunca-contara-la-serie-del-general-oscar-naranjo-exdirector-de-la-policia/ se ha manifestado con un sugestivo titular, ante esta segunda temporada del general “coca” con un contenido de ficción, de personajes ficticios que se ven involucrados en asuntos de drogas con mensajes que tergiversan la verdad y la historia de un país que está cansado de “hazañas”, “legados” erróneos cargados de mentiras.

Es tiempo de estar en familia, es tiempo de recuperar espacios perdidos y ante ello hay que exigir calidad y reflexionar sobre los contenidos que hoy nos venden los medios de comunicación, porque no están permitiendo construir tejido social, no están generando confianza en la juventud, ante la emisión de estas escenas con violencia gráfica, de las cuales se debe tener sumo cuidado de sus mensajes que generan conductas, efectos y problemas desestabilizadores en un desarrollo permeado e invadido de antivalores y recuerden siempre, es buen momento para formarnos en excelentes principios.

Lo cierto es que la sociedad colombiana y en especial la juventud ya no está para ser expuesta a virus, ni mucho menos para consumir “enlatados”, con historietas y batallas mentirosas.

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