En un principio iban a ser varios jugadores, porque no sólo Juan Fernando Quintero completó los trámites de repatriación que exige la Cancillería colombiana: también lo habían hecho Rafael Santos Borré y Franco Armani, quien pese a no ser colombiano posee su residencia en Medellín, la tierra de su esposa Daniela Rendón. 

Pero por distintos motivos, a último momento tanto el goleador Santos Borré como el arquero Armani desistieron del plan de regresar a Colombia por más que contaban con vía libre para hacerlo. 

A Armani lo desalentó la idea de tener que partir en un vuelo privado y no en uno de línea después del accidente que sufrió una avioneta sanitaria en el Sur de Argentina y, a Borré, otras cuestiones referidas a las obligaciones que iban a tener que cumplir una vez en suelo colombiano.

Quintero no encontró impedimento alguno y se vino en un viaje particular hacia Medellín, donde cumplirá con las dos semanas de aislamiento preventivo obligatorio en un hotel para después sí poder seguir el confinamiento en su domicilio particular junto a su familia. 

Así, Juan Fernando Quintero se sumó a los más de cinco mil colombianos que retornaron a su tierra en vuelos de carácter humanitario permitidos por el Gobierno y se convirtió en el cuarto extranjero del plantel de Marcelo Gallardo (River Plate) que hizo uso de esta alternativa.