Por Felipe Campo G.

En una tarde noche llena de ilusión para ambas hinchadas, saltaron al gramado del Estadio Metropolitano Roberto Meléndez, el Junior de Barranquilla y el América de Cali.

La hinchada juniorista quería dejar atrás el trago amargo de la eliminación de la Copa Sudamericana a manos del Flamengo de Brasil; por otra parte, la hinchada americana se encontraba un poco más tranquila después de que su equipo asegurara su permanencia en la primera división del FPC y su cupo a una copa internacional después de ocho años de ausencia.

El partido inició con el elenco vallecaucano metido atrás, mientras que el Junior buscaba la forma de vencer el arco que defendía Carlos Bejarano. Al minuto 20 del primer tiempo, después de una buena jugada de Yimmi Chará y un rebote que dejó el golero chocoano, Teófilo Gutierrez mandó el esférico al fondo de la red y prendió la fiesta en las graderías del estadio.

Seis minutos después el lateral Juan Camilo Angulo dejó sin reacción al portero uruguayo Sebastián Viera con soberbio tiro libre que puso en tablas el marcador y devolvió la ilusión a la hincha escarlata. El partido estaba de ida y vuelta, hasta que en el minuto 36 el jugador Germán Gutierrez, después de dejar inmóvil al jugador Alejandro Bernal con un buen amague, se despachó con un zapatazo que no pudo detener el portero Bejarano y puso el 2-1. Así terminó el primer tiempo.

Para la segunda mitad, el equipo dirigido por Julio Comesaña fue quién replegó todas sus líneas hacia atrás y esperó al rival, y así transcurrió el partido, sin tanta peligrosidad sobre el arco del uruguayo.

En el minuto 87, cuando la hinchada del equipo Juniorista ya daba por sellada su clasificación a la siguiente fase, los cambios realizados por el técnico del equipo rojo dieron frutos y de un tiro libre, originado por una falta sobre Olmes García y ejecutado por Carlos Lizarazo, nació un cabezazo del ex Deportes Quindío, Eder Castañeda, quien envió el balón al fondo de la red y puso a celebrar a todos los hinchas del América de Cali. Llegó el minuto 90 y el cuarto árbitro levantó el tablero que decía que se adicionarían tres minutos más al partido, minutos que pasaron con un América quemando tiempo y un Junior ya fatigado, en cierta parte por el partido jugado entre semana. Sonó el pitazo final y el partido se definiría desde el punto del penal.

Comenzó el cuadro rojo pateando y así mismo terminó. Con una gran actuación del portero Carlos Bejarano, quien atajó dos de los cuatro penales que le lanzaron y un Martínez Borja inspirado en su último penal. El equipo americano consiguió su segunda semifinal en el año y buscará dejar atrás a Millonarios para seguir en búsqueda de su estrella número 14.

Los dirigidos por Jorge da Silva llevan 11 partidos sin perder, producto de seis empates y cinco victorias, los cuales tienen al técnico aún invicto desde su llegada al equipo rojo de la capital vallecaucana.