Aunque la junta directiva y el propio gobernador del Quindío le habían pedido la renuncia, el gerente del hospital La Misericordia Bernardo Gutiérrez se había negado a hacerlo, pero le llegó el día de su caída. La Superintendencia de Salud intervino el hospital y tumbó del cargo al gerente, poniendo en su puesto a un agente especial interventor de la entidad, el señor Fredy Orlando Rojas Arias.

Mediante una resolución expedida este viernes, la Superintendencia ordenó la toma de posesión inmediata de los bienes, haberes y negocios y la intervención forzoso administrativa “para administrar la Ese Hospital La Misericordia de Calarcá, para lo cual se nombró al agente especial interventor, señor Rojas Arias.

La medida se toma después de una investigación realizada por la propia Superintendencia de Salud, donde encontraron 54 hallazgos de carácter fiscal, administrativo y financiero. El hospital tuvo que ser cerrado por falta de recursos para su funcionamiento, y reabierto parcialmente solo esta semana.

“Como efecto de la medida especial de intervención, el personal de la entidad deberá aportar información de manera veraz y oportuna en los términos en que se solicitada, siendo importante señalar que cualquier acto de obstrucción a la diligencia adelantada puede conllevar a responsabilidades de tipo penal, fiscal, disciplinaria y administrativa”, dice la resolución de intervención.

Desde ayer, el hospital tiene una nueva administración, puesta por la Superintendencia de Salud. La Misericordia estuvo cerrado durante 15 días, reabierto esta semana en forma parcial en los servicios de urgencia.

Se espera que, con la intervención, los servicios se vayan abriendo paulatinamente, hasta llegar a su normalidad.