El procurador General de la Nación Fernando Carrillo dijo que el caso de destitución de la exgobernadora Sandra Paola Hurtado Palacio es completamente diferente al de Gustavo Petro. La exmandataria dijo en varios medios de comunicación que en su destitución había persecución política por parte de la Procuraduría y que, además, era el mismo caso del exalcalde de Bogotá Gustavo Petro, a quien, finalmente, la Corte Interamericana de Derecho Humanos protegió diciendo que por haber sido elegido popularmente la Procuraduría no podía destituirlo del cargo.

Sobre estos dos argumentos de Sandra Hurtado, el procurador Fernando Carrillo habló el pasado viernes en el programa La Noche de RCN Televisión y dijo que eso de la persecución política era un argumento muy poco serio, pues había una gran solidez en la investigación de la procuradora Delegada para la Contratación Pública, quien está catalogada como una persona íntegra en el sentido total de la palabra. El procurador Carrillo rechazó que se haya puesto en entredicho su honorabilidad.

Alrededor del tema de la destitución de la señora Hurtado como una violación a las decisiones de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, comparado con el caso de Petro, el procurador sostuvo que la decisión sobre la exgobernadora del Quindío se tomó con toda la tranquilidad y “seguridad absoluta de que estamos obrando correctamente y con el respaldo de la misma Comisión Interamericana de Derechos Humanos”. “Después de la decisión sobre el exalcalde Gustavo Petro, yo me fui dos veces a Washington a hablar con la Comisión Interamericana, y concluimos que los argumentos de que no se podía sancionar una persona que había sido electa popularmente, por una entidad de control como la Procuraduría, tiene una excepción grandísima, y es cuando se trata de actos o hechos de corrupción y eso ha sido ratificado por el Consejo de Estado. Y nosotros tenemos perfectamente documentado, con nuestra procuradora delegada, que los actos de corrupción en materia de contratación pública entregan plenos poderes a la Procuraduría para actuar. Aquí no estamos siendo arbitrarios. Estamos tomando una decisión en derecho respaldada por un sistema que busca no tanto que lo aplique la autoridad penal, sino que estamos haciendo respetar las garantías procesales del derecho disciplinario”, precisó el procurador Carrillo. Y ratificó: “El caso de Petro y la exgobernadora del Quindío no tienen ninguna relación”. En otros términos, el caso de Sandra Paola Hurtado es de corrupción, el de Petro fue un error administrativo.