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Cultura  |  09 julio de 2022  |  12:00 AM |  Escrito por: Administrador web

Política en el tango y otras músicas personajes y obras

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Leandro Nicéforo Alem

Ayer y hoy al compás del tango

Por Darío Tobón Montoya

En LA MILONGA DEL 900, autoría de Manzi y Piana, de 1933, leemos la siguiente estrofa: Soy del partido de todos/ y con todos me la entiendo/ pero vayan sabiendo/ soy hombre de Leandro Alem. / no me gusta el empedrao/ ni me doy con lo moderno:/ descanso cuando ando enfermo, y dispues que me he sanao/ (el “dispues” y los apocopes son originales.) La estrofa es indicativa de que se trata de una milonga política. Al decir: “Soy del partido de todos” es indicio claro que es música política ya que el “Partido de todos” es el Partido Radical. Los otros partidos: Agrarios, Nacionalistas y Conservadores son agrupaciones elitistas, lejanas del pueblo.

En el siguiente vínculo podrá oír a Julio Sosa en su versión de La Milonga del 900

https://youtu.be/5AoN_LGT0wM

¿Quién fue Leandro N. Alem?: destacado político del último tercio del siglo XIX, congresista y antagonista de los partidos de derecha, fundador del partido Unión Cívica en 1890, que luego se fracciona en 2 ramas, Nacional y Radical. Ese mismo año Alem organiza la Revolución del Parque, con el objeto de derrocar al presidente conservador. Fracasa en su intento y tras otras decepciones políticas, se suicida en 1896 a sus 54 años. Fue tío del más celebre político del radicalismo en la historia: Hipólito Yrigoyen (1852 – 1933).

En el año 1904 Domingo Santa Cruz, escribe el tango Unión Cívica, el primer tango radical.

Aquí el audio de Unión Cívica, acompañado de excelentes imágenes:

 https://youtu.be/RbejTnpKDrY

En su libro Historia del Tango, Blas Matamoros informa que, en los inicios del siglo XX, en la Argentina existía profundo conflicto entre la Oligarquía y la Orilla. Este término incluye a la baja clase media y al proletariado, cuyo partido el Radical, no tenía asomo al gobierno, ni a la universidad, ni al arte oficial. Los otros eran parte del Partido Nacional y partidos agrarios. Entre estos dos conglomerados, se cristalizaba un distanciamiento total. Con el de avanzada y receptivo gobernante Roque Sáenz Peña, Yrigoyen establece una cercana relación. Resultado: la promulgación en 1912 de la ley, con sus mismos apellidos, que concedía el voto universal, secreto y obligatorio que facilitó al radicalismo asumir el poder en 1916 en la figura de Yrigoyen. La reforma universitaria que se promulga en 1918 permite llegar a sus claustros a la clase media, se acepta el cogobierno por los estudiantes y la discusión de los sistemas de enseñanza.  El proletariado es aceptado en el gobierno y se admite el tango en la cultura pública. Sabemos lo que significó para el tango de los años 20 esa conquista, extensiva a la radio y al cine. La clase alta aprueba al tango y comienzan a aparecer figuras representativas: la mayor,  Osvaldo Fresedo. “El tango se vuelve un Señor”.

Prosiguiendo con mi temática, hallamos un caso interesante: es el de Carlos Gardel. En sus inicios cantaba, como “El francesito” en los comités conservadores y era amigo de figuras del hampa relacionadas con esa corriente, como es el caso de Barceló, caudillo de Avellaneda, los hermanos Traverso, dueños del café O´Rondeman, donde cantaba Carlitos, de Ruggerito, reconocido matón y de Chicho Chico, miembro de la banda de Chicho Grande.

Entre tanto Ignacio Corsini, Celedonio Flores, Fulvio Salamanca y Atahualpa Yupanqui, fueron Radicales, bien de izquierda. Músicos tangueros tan conocidos como Lucio Demare, Alfredo Gobbi padre, Enrique Pedro Maroni, el Chula Gabriel Clausi y Pacho Maglio dan a conocer tangos en honor de Yrigoyen.

El partido Marxista – Leninista ha contado entre sus huestes a consagrados músicos, como Osvaldo Pugliese (ver mi crónica). Miembros de su orquesta, como Arturo Penón, Ismael Spitalnick y Simón Bajour, lo fueron también. El gran poeta Héctor Negro (1934 – 2015) y su compañero de composición Osvaldo Avena, figuraron en el comunismo.

De Avena, gran compositor y guitarrista (1921 – 2002) hay una historia relacionada con Colombia, poco conocida: a principios de los años 70, llega a Bogotá, procedente de Caracas, ofreciendo recitales de guitarra. Allí conoce a Leonor González Mina, La Negra Grande de Colombia, que estaba en lo máximo de su popularidad nacional e internacional como cantante y folclorista. De familia prestante afrocolombiana nació en el corregimiento de Robles del municipio de Jamundí. Leonor de reconocido izquierdismo fue invitada en 1975 para realizar una gira de 6 meses por la Unión Soviética, que en ese entonces estaba vivita, sin desintegración a la vista. Ella decide llamar a Avena, quien había partido para Argentina a proponerle que actuara como guitarrista acompañante. Fue larga, intensa y ovacionada gira por más de setenta  ciudades de la URS. Ahora no me vayan a decir que las canciones de Leonor y la guitarra de Avena, no fueron políticas.

Les ofrecemos una estrofa del infame tango de García Jiménez y Aieta Viva la patria, que un obsecuente Gardel grabó el 25 de septiembre de 1930, cuando el golpe que derrocó a Yrigoyen, lo había perpetrado el general Uriburu 19 días antes: “Viva la patria, y la gloria de ser libres/ viva la patria que quisieron mancillar. / Orgullosos de ser argentinos/ al trazar nuestros destinos/ ¡Viva la patria¡ de rodillas en su altar/”. Gardel trató de borrar su equivoco grabando música de autores anti militares y de izquierda.

Aquí un video del controvertido grabado por Gardel, Viva la patria:

https://youtu.be/3Wuut-Nzrss

Enrique Santos Discépolo, escribió dos tangos políticos. El primero, de difusión universal (hasta las venusinas lo saben) es Cambalache de 1954. Tiene una estrofa que demoró largo tiempo en ser entendida. Dice: “igual que en la vidriera/ irrespetuosa de los cambalaches/ se ha mezclado la vida, *y herida por un sable sin remache/ ves llorar la Biblia junto a un calefón*. El significado es: El cable sin remache es el gancho en que se colgaban en el baño trozos de papel antes de la llegada del papel higiénico. Ese uso igualmente se le daba en Buenos Aires a las finas hojas de papel pergamino de las biblias que se repartían gratuitamente y que enteras eran colgadas en el gancho. El calefón es el calentador de agua.

A continuación la magnífica versión de Julio Sosa de Cambalache, en un difundido video:

https://youtu.be/T0kTiKCC3UI

Otro tango político de Discépolo mucho menos conocidos es “¿Que sapa (es “pasa” invertido) señor? Escrito en 1932, su primera estrofa dice: “la tierra está maldita/ y el amor, con gripe, en cama/ la gente en guerra grita, / bulle, mata, rompe y brama/”. El tercer tango político de la época Al mundo le falta un tornillo, lo escribió Enrique Cadícamo en 1933. Como se ve, Cambalache es posterior. Dice: “todo el mundo está en la estufa/ triste, amargao, sin garufa/ neurasténico y cortao…/ al mundo le falta un tornillo/ ¡que venga un mecánico, / pa ver si lo puede arreglar.”

Aquí el audio Al mundo le falta un tornillo, en la voz de Julio Sosa:

https://youtu.be/qJiQFE5Vm6o

Los más reconocidos personajes del tango, simpatizantes del Peronismo fueron: Homero Manzi, Catulo Castillo, Hugo del Carril, Pedro Maffia, Nelly Omar. Y Antonio Tormo, folclorista.

EPÍLOGO.

Quien haya leído con atención este escrito, se habrá dado cuenta que puede originar varias crónicas completas. El que desee complementar esta información puede investigarla en otros medios. 

Armenia, julio 8 de 2022

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