• SÁBADO,  04 MAYO DE 2024

Cultura  |  10 julio de 2022  |  12:00 AM |  Escrito por: Administrador web

Reminiscencias

0 Comentarios

Imagen noticia

Un texto de Juan Carlos Jaramillo, publicado en el libro Nostalgia a partir de imágenes, de la Tertulia Café y Letras Renata.

El porqué de esta foto, está basado en recuerdos placenteros. Por ejemplo aquel año de 1.973 en que fue tomada, cuando entré a segundo de primaria en el colegio San José, de los hermanos Maristas, una Institución donde por mi mentalidad abierta y mi buena disposición, siempre fui sobresaliente en el estudio. Los niños jugábamos en el patio del colegio a los carruseles, al columpio o a los mosqueteros. También me recuerda esta foto la época de la finca, donde llegaba de vacaciones hasta por dos meses.

Debido a que fui el único hijo varón (en mi familia) me tocó caminar y disfrutar solo las tardes soleadas en los bellos paisajes de los límites entre el Valle y el Quindío, reconozco que no fue lo mejor para mí, sin embargo me gustaba caminar a través de potreros y acariciar los animales; los perros me acompañaban a disfrutar las noches estrelladas.

También evoco mi niñez en el barrio “Los Álamos”, donde jugábamos al ritmo de los triciclos, patinetas, carros de pedal y balineras. En las navidades, el ruido de los voladores, sirenas, papeletas, globos; y sobre todo recuerdo el terreno plano al frente de la casa donde llegaban las ciudades de hierro, los gitanos y las revistas del ejército con sus helicópteros.

También me llega a la memoria el primer carro que mi padre compró, una camioneta Mercury modelo 59, en la que los días viernes íbamos a pasear por diferentes sitios, como la avenida Bolívar.

Mi madre nos ayudaba en las tareas del colegio, mi padre en labores más difíciles. En la casa había un patio donde teníamos loros, una perra y gatos; también un mico que un día se perdió cuando fui a la tienda, por lo cual recibí tremenda pela de mi padre.

Inolvidables los sábados con el primer televisor que tuvimos en la casa, eran tardes entretenidas.

Me gustaba escuchar las sirenas de los bomberos. Me encantaba hacer aviones con papel; de vez en cuando íbamos al aeropuerto a ver la revista aérea.

Después vino la afición por la música cuando escuché por primera vez el pasillo “Pescador lucero y río”, y la danza “Libia”, de Luis A. Calvo, con las que inicié una buena colección que aún conservo.

En una ocasión, mi hermana y yo nos perdimos y pusimos la familia en acción hasta que mucho rato después, nos encontraron dentro de un bus que salía para Bogotá.

Son muchas las evocaciones que me traen estas fotografías, esperaré otro ejercicio literario para compartirlas. Esta es solo una parte de mi vida. Gracias a Dios por tan bellos regalos.

PUBLICIDAD

Comenta esta noticia

©2024 elquindiano.com todos los derechos reservados
Diseño y Desarrollo: logo Rhiss.net