El sacrificio clandestino de cinco reses en una finca ubicada en la vereda Cocora de Salento ha revivido la preocupación del gremio de ganaderos del Quindío por este tipo de prácticas y el robo de los semovientes.

El hecho se presentó el miércoles en horas de la noche y fue descubierto ayer en horas de la mañana por el administrador del predio, quien de inmediato dio aviso al propietario y a las autoridades.

Al respecto Jorge Ómar Tejada Galvis, director ejecutivo del Comité de Ganaderos del Quindío, señaló que están muy impresionados, además de que se venía en un buen comportamiento estadístico en comparación con periodos anteriores.

“Estamos frente a un caso brutal en el que bandidos sacrifican estos animales en un potrero de una finca de un afiliado al Comité, una lechería, pero sobre todo un predio especializado en genética que se ha reconocido por mucho tiempo, un criadero de ganado Normando con un alto valor genético, por lo que las pérdidas son cuantiosas, pues no son solo los semovientes sacrificados sino también lo que valen las crías que tenían, pues eran unas hembras que estaban en estado de gestación y además las lactancias que se pierdan, tanto esta como las futuras”, precisó.

Jorge Ómar Tejada Galvis, director ejecutivo del Comité de Ganaderos del Quindío

Sostuvo que en lo referente a las pérdidas solo en lo que tiene que ver con los animales sobradamente superan los $50 millones de pesos e infortunadamente ello es un desestímulo para los ganaderos y genera una gran preocupación en el gremio ya que está claro que esto no lo hizo una sola persona sino que corresponde el accionar de un grupo de delincuentes, no es un caso de oportunidad, es algo totalmente planeado.

“Son 2500 predios ganaderos en el departamento que todas las noches tienen la preocupación de tener que dejar sus ganados desprotegidos en los potreros”, agregó.

Dijo que ya se interpuso el denuncio en la Fiscalía y se está abordando un consejo de seguridad departamental para tratar estos asuntos.

“En este caso puntual es una carne que se va a un mercado negro a través de una cadena clandestina que va desde el sacrificio, el transporte, hasta la venta hacia el consumidor final”, indicó Tejada Galvis.

Recalcó que acá los animales sacrificados eran de alto desempeño con una producción cada uno de entre 4500 y 6000 litros por lactancia a $2.000 pesos litro, entonces por cada periodo cada una deja pérdidas cercanas a los $10 millones de pesos.

“Esperamos capturas, pero más allá una total judicialización para que estas personas tengan condenas ejemplares y así poder darle un parte de tranquilidad a nuestro gremio”, puntualizó.