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Mascotas  |  29 octubre de 2022  |  12:00 AM |  Escrito por: Administrador web

Ciclo sexual de las gatas; la ovulación es inducida por la cópula

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Algo que hay que tener en cuenta cuando escogemos un animal es el sexo del mismo, ya que en todas las especies existen cambios de comportamiento entre machos y hembras. En muchas ocasiones obviamos el celo, algo importantísimo si tenemos una hembra de perro o gato en casa.

A las gatas se las considera poliéstricas estacionales, es decir, que tienen varios ciclos sexuales durante un año. Sin embargo, su actividad sexual no es la misma a lo largo de todas las estaciones.

El ciclo sexual de las gatas depende mucho de la luz. Tienen un estímulo que hace que empiece su ciclo estral cuando hay un mayor número de horas de luz al día. Además, la ovulación es de tipo inducido por la cópula, lo que quiere decir que no van a ovular a no ser que tengan una relación sexual con un gato.

El celo es la época en la que las gatas son sexualmente activas. Cuando ocurre esto, no vemos cambios físicos notorios (por ejemplo, no sangran, como sí lo hacen las perras), pero sí vemos cambios en su comportamiento. Maúllan de forma compulsiva, se vuelven exageradamente mimosas, se nos restriegan por las piernas, por paredes y, en algunos casos presentan orina de marcaje.

  • Fase de proestro (dentro del celo): los folículos ováricos empiezan a desarrollarse y como consecuencia se van a generar hormonas, encargadas de los cambios comportamentales. Esta fase dura entre uno y tres días y en ella, la gata no se va a dejar montar.
  • Fase de estro (dentro del celo): los folículos están de mayor tamaño, por lo que los niveles de estrógenos también se encuentran elevados. Esta vez la gata sí que se va a dejar montar. Pasará en esta fase entre dos y seis días, aunque hay gatitas en los que se puede ampliar más.
  • Interestro (fuera del celo): esta fase ocurre entre los celos de una gata cuando no ha sido copulada. Antes de entrar en el siguiente celo, pasará un periodo de descanso sexual en el que los niveles de estrógenos disminuyen y su comportamiento vuelve a ser normal. Suele durar una o dos semanas.
  • Diestro (fuera del celo): esta fase se da tras el celo en el caso de que la gata haya sido copulada. Aquí empieza la ovulación inducida: tras la cópula, la gata va a ovular y sus niveles de estrógenos disminuirán para elevarse los de progesterona. Esto va a provocar que la gata se prepare para un posible estado de gestación. Si no ha quedado embarazada, tras 45 días la gata volverá a pasar un nuevo celo.
  • Anestro (fuera del celo): es una fase de reposo sexual en el que las gatas tienen un comportamiento normal, fuera de cualquier actividad sexual.

Las gatas suelen tener su primer celo sobre los seis meses de vida. Un factor que condiciona la llegada del primer celo es su peso corporal. Si no ha alcanzado el 80 por ciento de su peso de adulto, no estará madura y no entrará en celo.

Hay gatas más precoces que otras. Por ejemplo, las que pertenecen a razas de pelo corto suelen entrar antes en la pubertad que las de pelo largo, por lo que hay más posibilidades de que entren en celo antes.

Aunque todas las gatas se regulan igual, aquellas que viven en interiores y, por tanto, están sometidas a muchas más horas de luz (contando con la artificial, que también influye en su celo), pueden estar en celo durante todo el año.

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