• VIERNES,  03 MAYO DE 2024

Mascotas  |  01 noviembre de 2022  |  12:00 AM |  Escrito por: Administrador web

El síndrome de hiperestesia felina, un trastorno que puede llevar a los gatos a acicalarse tanto como para mutilarse

0 Comentarios

Imagen noticia

Esta enfermedad de comportamiento compulsivo, también conocida como síndrome del gato nervioso o epilepsia psicomotora, puede presentarse en gatos con o sin raza, cualquiera sea la edad o el sexo del felino. Afecta al sistema nervioso, endrocrino, exocrino y neuromuscular, con un cuadro muy amplio de síntomas, entre los que destacan lamerse frenéticamente la base del lomo, mover la cola rápidamente, sufrir alucinaciones y atacar presas inexistentes o a sus propias patas y cola, la dilatación de pupilas y una ondulación o espasmos en la piel lumbar desde los hombros hasta la cola. Otros síntomas que pueden aparecer combinados con los anteriores son los maullidos fuertes, tics, dar saltos, realizar pequeñas carreras o retorcerse por el suelo o la superficie sobre la que se encuentren, que puede llegar a confundirse, por sí solo, con el comportamiento durante el celo, y por eso es importante observar al animal en busca de otros signos.

Los gatos son animales muy limpios, que dedican una gran parte de su tiempo activo a acicalarse el pelaje, lo que es normal y no debe preocuparnos, pero si observamos que en estos episodios de acicalamiento parecen entrar en un trance brusco y obsesivo, llegando a morderse, debemos acudir al veterinario de inmediato, pues en sus manifestaciones más graves de hiperestesia, llegan a mutilarse a sí mismos para aplacar la sensación, neuromuscular e involuntaria, de que tienen algo bajo o sobre la piel que les está atacando.

Tampoco debemos alarmarnos innecesariamente si al acariciar a nuestro gato por la espalda, observamos que su piel realiza este ondulamiento o temblor tan característico de la hiperestesia felina: son animales extremadamente sensibles al tacto y algunos pueden experimentar cosquillas o estremecimiento de respuesta, que como reacción puntual no debe preocuparnos.

No se recomienda tocar a los animales durante uno de estos episodios, ya que no solo mostrarán una hipersensibilidad al contacto que puede aumentarles el malestar, sino que nos exponemos a que tengan una reacción hostil hacia nosotros por haber perdido el contacto con la realidad. Sin embargo, hay que aclarar que tras el episodio de hiperestesia vuelven a actuar con normalidad.

La ciencia médica no sabe aún qué ocasiona el síndrome de hiperestesia felina, y mientras se espera que la investigación avance, se barajan dos opciones: por estrés y nerviosismo, es decir, un trastorno de comportamiento, y por algún tipo de epilepsia, dado que, durante los episodios, los casos más extremos llegan a convulsionar y se han observado impulsos eléctricos cerebrales en los electroencefalogramas. Pero ni a través de resonancias magnéticas cerebrales ni en análisis de líquido cefalorraquídeo se han encontrado evidencias que confirmen sin género de duda este origen epiléptico, por lo que sigue siendo desconocida. Tampoco sabemos si existe un vínculo genético y se trata de una patología hereditaria.

El diagnóstico es complicado, al tratarse de una enfermedad rara, y los veterinarios realizarán una batería de pruebas descartando otras posibles causas. Una vez descartadas otras enfermedades y trastornos cerebrales, y alcanzado el diagnóstico de la hiperestesia, los tratamientos suelen enfocarse a través de medicamentos calmantes y consejos y asesoría conductual al tutor para mejorar el ambiente que pueda estar causando este cuadro de estrés felino, y con anticonvulsivos, que han demostrado ser muy eficaces y reducen significativamente los síntomas.

Ante la posibilidad de que se trate de un cuadro por estrés y ansiedad, podemos prevenir que desarrollen esta enfermedad suministrando a nuestros gatos un entorno adecuado para su etología felina: lugares donde los gatos puedan alejarse y relajarse a voluntad lejos del ritmo de las habitaciones más frecuentadas de la vivienda, rascadores y árboles que les proporcionen estimulación ambiental, una bandeja de arena bien situada y mantener su higiene, y acceso fácil al alimento y al agua donde no haya molestias externas y expongan al animal a estar tenso y alerta mientras se alimenta.

Afortunadamente, en la mayoría de casos de gatos con hiperestesia felina, se considera una condición leve y siguiendo el tratamiento farmacológico prescrito y mejorando el ambiente bajo las recomendaciones veterinarias, los gatos seguirán llevando una vida larga y feliz.

PUBLICIDAD

Comenta esta noticia

©2024 elquindiano.com todos los derechos reservados
Diseño y Desarrollo: logo Rhiss.net