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Cultura  |  09 diciembre de 2022  |  12:00 AM |  Escrito por: Administrador web

Luis cardei y los sitios tangueros

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Ayer y hoy al compás del tango

Por Darío Tobón Montoya

Luis Cardei fue el único cantante de tango del que yo tenga noticia, que hizo su carrera vocal en cantinas de barrio. Esa circunstancia me permite hablar de la importancia que tuvieron esos establecimientos en la supervivencia del tango, en la crisis que vivió, de casi un cuarto de siglo en la segunda mitad del siglo XX, desde 1960 hasta aproximadamente 1985.

Después de los famosos 40, entre 1935 y 1950, en que Buenos Aires era todo tango, con múltiples orquestas, se llega a décadas fatales, en las que fundamentalmente, se abandonó el tango. Aparecen “El club del clan”, la música extranjera, y el folclor asoma triunfante. Los clubes de barrio inician su extinción al igual que la mayoría de las orquestas típicas. Es entonces cuando el tango se refugia en pequeños lugares barriales, llamados cantinas, fondines, boliches o bodegones.

Un amigo me ha dicho algo cierto: que ese fenómeno del olvido del tango no se presentó en Colombia. La respuesta en gran parte la da Hernán Restrepo Duque en carta que me dirigió a través del diario El Espectador: Él dice que trajo de los archivos de la casa Víctor en Buenos Aires más de 300 a 400 matrices que programó en serie de discos que mantuvieron vivo el tango en la radio, los hogares y los establecimientos públicos, como ocurrió con la serie “Tangos de ayer”.

Hablemos de Luis Cardei: Nunca creyó, por su deteriorada salud y por su humildad y sencillez, que la gloria lo iba a alcanzar. A causa de su salud delicada, suplió la vida normal de un niño, con la atenta y continua audición de la radio con predilección por los tangos. Aprendió muchos temas clásicos e imitaba a los cantantes. No existen referencias de que hubiera tenido maestros de canto o de instrumentos. En su barrio natal, Villa Urquiza, halló los sencillos lugares para cantar. Y así inició una carrera anónima de casi 25 años, sin ser conocido por el público en general.

Sus amigos, admiradores de sus dotes vocales, lo conducían a todos los concursos de voces que se anunciaban. Nunca ganó un primer puesto. Se solventaba económicamente con ventas callejeras. Fueron muchas las cantinas que lo acogieron, hasta cuando llega a “La esquina de Arturito”, de parque Patricios, donde cumplió 13 años cantando acompañado por el bandoneón de su amigo Antonio Pisano, hasta cuando, imprevistamente, fue descubierto a sus 50 años de edad en 1994 por Cacho Vásquez de “El club del vino”.

De acuerdo con una nota biográfica “fue un cantor intimista, de fraseo porteño y delicado que generaba un clima emotivo con su media voz, que se va quebrando lentamente como si se fuera apagando”. Admiraba a Gardel y no pudo entender a cantantes como Goyeneche y por ello nunca aprendió sus éxitos, a pesar de que se los solicitaban. Curiosamente después de participar en la película “La nube” de Fernando Pino Solanas, lo llamaron “El nuevo Goyeneche”.

En este vínculo podrá ver la película completa, La nube: https://youtu.be/pUf0s5YI18E

En los 6 años de notoriedad, cambió de sede. Fue aclamado en el El café literario “Opera Prima”, donde efectuó sus últimos recitales. Realizó varias grabaciones que se incluyeron en 3 CDs que suman 54 temas. Por fortuna, yo tengo copia de ellos.

BIOGRAFÍA

El nombre real es el de Luis Cantor Cardei, nacido el día 3 de julio de 1944. De niño padeció de poliomielitis que le produjo incapacidad para caminar y al fin lo pudo hacer con renguera. A sus 8 años de edad le descubrieron hemofilia, un trastorno congénito en la coagulación de la sangre en el que no se forman coágulos al sangrar. Sufría de sangrado fácil, muchas veces traducidos en hematomas en el cuerpo, al más mínimo trauma. Es llamada la enfermedad de la Realeza. La sufrió el niño Alejandro Nicolás, heredero al trono de los zares en Rusia. Tuvo corta vida de 13 años, manejado su mal por el hechicero, “El monje loco” Rasputín al que lo entregó su madre la Zarina Alejandra, de la familia real rusa, los Romanoff, que era pariente de la casa real Inglesa. Todos ellos fueron fusilados por los bolcheviques.

La hemofilia de Cardei, como la de los otros pacientes que la padecen, era tratada con trasfusiones sanguíneas. Precisamente una de ellas, la última, contaminada con el virus de la hepatitis, le produjo la muerte el día 18 de junio del año 2000, a sus 56 años. Lo admiraban los intelectuales, la juventud y los famosos se sorprendían de que su voz tan porteña hubiera permanecido oculta. Su impensado surgir interesó a la prensa extranjera y el diario “Le Monde” de París publicó extenso artículo sobre él donde precisamente lo llamaron “El Rengo fascinante”. Igualmente lo llamaron “La ultima revelación tanguera”.

Los sitios de tango

Como parte final de esta crónica me referiré a la importancia que tuvieron los establecimientos populares en los que se mantuvo vivo el tango en los años más difíciles que ha tenido en toda su historia. Precisamente en ellos recobró su popularidad Nelly Omar que había permanecido exiliada varios años en México tras la caída del régimen peronista, al que ella admiraba. Los más nombrados fueron “El Farolito, La Mochila y El Rincón de los artistas”. Para un nivel económico más alto se fundaron: “Cambalache”, el primero en 1960 fundado por Tania, en homenaje a su compañero Enrique Santos Discépolo. Aparece “Cantando” creado por Mercedes Simone, referido a su mayor éxito vocal. Lucio Demare funda “La Tanguería de Lucio”. En 1964 se funda “Caño 14”, por Aníbal Troilo, Atilio Stampone y otros 2 socios.

Surge “Michelangelo”, creado para el lucimiento de Astor Piazzolla y Amelita Baltar. Edmundo Rivero en 1959, en el barrio San Telmo, crea “El viejo almacén”, el de más larga sobrevivencia hasta la actualidad. Demare funda otro sitio “Malena al sur”. En los últimos años, algunos de los que permanecen son, “La Ventana, El Boliche de Roberto y El Bar del Infierno”.

Un insospechado centro de acogida y difusión del tango ha sido El teatro Colón. Fue inaugurado en 1908, el más grande en tamaño y capacidad del mundo. Es considerado uno de los 5 primeros en el campo de la música operática y clásica. Desde los años 20 inició la presentación de espectáculos tangueros, que se han extendido a las décadas del 30, 40 y 50. En los años 60 acoge a Aníbal Troilo, Edmundo Rivero, Horacio Salgán y otros. En 1980, La orquesta del Tango de Buenos Aires se presenta. Al cumplirse los 50 años de la muerte de Carlos Gardel, se presenta El Oratorio a Carlos Gardel.

Vista parcial del Teatro Colón de Buenos Aires

Cuando hacia sus presentaciones públicas Osvaldo Pugliese, los oyentes como demostración de afecto y respeto por él exclamaban: Al Colón, Al Colón. Ese hecho se cumple en 1985 cuando Pugliese es homenajeado en ese templo de la música para celebrar sus 80 años de vida.

En los 80 también en su recinto homenajearon a Astor Piazzolla. El gran director de música clásica argentino, Daniel Barenboim, se presentó en 1996, interpretando tangos en ese recinto. En cuanto al siglo XXI, ocurrió una actuación de 90 bandoneonistas en homenaje a Troilo. Allí también homenajearon a Horacio Salgán en su cumpleaños 95. En 2015 se rindió homenaje a Mariano Mores. El cantante Ariel Ardit, en el año 2018, presenta su espectáculo “Gardel Sinfónico”, que curiosamente había grabado en Medellín con la orquesta sinfónica de esa ciudad.

 

En los siguientes vínculos podrá escuchar una breve selección de interpretaciones de Luis Cardei:

 

https://youtu.be/kr0ZZsx5cRE        Los cosos de al lao

https://youtu.be/kT-tRO0dxVI         Será una noche

https://youtu.be/nwH6zVXZ_9U     El último guapo

https://youtu.be/hiOiTMbC5n4        Ventanita de arrabal

https://youtu.be/IDgrqoTXz_8         Muñeca Brava

https://youtu.be/8mMtfnzwVn4       Cosas olvidadas

 

Armenia, diciembre 9 de 2022

 

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