Que nuestras mascotas se enfermen de vez en cuando es normal. Al igual que nos a nosotros, nuestros animales están expuestos a todo tipo de bacterias y virus, especialmente nuestros perros, con los que salimos a la calle a que olfateen todo lo que les llama la atención, a que vean a sus amigos caninos y a frotarse con todo tipo de plantas y árboles.

Además, a veces tampoco podemos evitar que se coman aquellos que ven por el suelo, como restos de comida o chicles, no obstante, todos estos factores pueden terminar en que su sistema digestivo se vea perjudicado.

De hecho, que tengan problemas digestivos es algo común, aunque pueda deberse a muchos motivos. Por ejemplo, cuando cambiamos su dieta, nuestro compañero de cuatro patas también puede mostrar algunos síntomas de diarrea, hasta que se acostumbre al nuevo alimento.

Lo importante es que sepamos identificar la enfermedad, a través de sus síntomas y acudir al veterinario lo antes posible ante cualquier duda, especialmente si se trata de algo que ha comido del suelo ya que puede ser muy perjudicial.

La diarrea en los perros puede estar causada por diferentes patologías del sistema digestivo o ser una manifestación clínica de algunas enfermedades sistemáticas. Debemos diferenciar entre si el episodio de diarrea es puntual, causado normalmente por alteraciones en el microbioma intestinal, o crónico, que se refiere a diarreas de más de tres semanas.

Si nuestro perro tiene diarrea, lo primero que notaremos es que la forma y consistencia de sus heces cambiará, igual que la frecuencia de las deposiciones. En ocasiones, éstas pueden estar acompañadas de moco o sangre y también son frecuentes otros síntomas como anorexia o vómitos.

Es muy importante contactar siempre con el veterinario para valorar cada situación y establecer un diagnóstico preciso sobre la causa de la diarrea y, así mismo, un plan de tratamiento adecuado. En algunas ocasiones de diarrea aguda, la deshidratación puede ser una consecuencia muy grave que puede requerir incluso tratamiento hospitalario.

Por este motivo es primordial que conozcamos la causa que la diarrea de nuestro perro y tratarla con la mayor rapidez posible. Una vez conocemos el diagnóstico, se decide el tratamiento en función de si la causa es bacteriana, vírica, parasitaria, dietética o si está relacionada con alguna enfermedad intestinal.

La dieta siempre ayuda en la recuperación de los procesos intestinales. Hoy día disponemos de una gran variedad de dietas específicas que se utilizan como parte del tratamiento de esta enfermedad.

No obstante, lo mejor que podemos hacer por nuestra mascota es intentar prevenir la enfermedad, a través de dietas de calidad que garanticen su buena salud. Desparasitarles habitualmente para evitar el contagio de parásitos y evitar el consumo de alimentos que les puedan ocasionar alguna alteración digestiva, ayuda enormemente a la prevención de la diarrea y otros problemas intestinales.