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Mascotas  |  16 marzo de 2023  |  12:00 AM |  Escrito por: Administrador web

Nariz bífida en perros y la forma de afectar su comportamiento

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Aunque se trata de una mutación que puede afectar a cualquier perro, la nariz bífida es habitual en dos razas: el Pachón navarro (España) y el Sabueso Tigre Andino (Bolivia). Un estudio español destaca que podría tratarse del origen de ciertos comportamientos específicos.

Susana Muñiz, docente perteneciente a la facultad de veterinaria de la Universidad de Santiago de Compostela, junto a un equipo de expertos en etología canina han descubierto que la nariz bífida podría estar detrás de unos comportamientos sexuales y de agresividad intraespecífica concretos.

"Todos los problemas de conducta tienen una causa orgánica", afirma la autora del nuevo estudio publicado en VetRecord. Pero, ¿cómo una malformación del hocico puede derivar en cambios en el comportamiento habitual de nuestros perros?

Para entenderlo, debemos saber primero qué son el órgano vomeronasal, que es una estructura que está a ambos lados del tabique nasal. Su función es captar las feromonas (sustancias químicas con una comunicación social y sexual dentro de una misma especie). De este órgano pasa la información al cerebro y sirve tanto para la atracción de la pareja o agresividades, entre otros.

El estudio realizado por la veterinaria ha tenido como protagonista a Hacho, un cruce de Pachón navarro que presenta la nariz bífida y que, debido a esta malformación, no cuenta con órgano vomeronasal. "El hecho de que tenga la nariz bífida hace que le falten ciertas estructuras que hace que sea incompatible con que tenga un órgano vomeronasal", detalla la autora del estudio. "No tiene el hueso vómer sobre el cual se encuentra este órgano".

"Lo que también descubrimos es que los comportamientos anómalos podían deberse a que a Hacho también le falta el septum pellucidum, una membrana doble vertical, delgada y triangular que separa las astas anteriores de los ventrículos laterales izquierdo y derecho del cerebro. Sus funciones son intervenir en el ciclo consciencia-sueño y también en generar una respuesta emocional del entorno y la sexualidad, entre otros", indicó la profesional.

Al no haber estudios sobre esto en canes, la investigadora recurrió a estudios en roedores. "Se vio que si tenían déficit del órgano vomeronasal tenían también un déficit comportamental social reproductivo, al igual que ocurre con Hacho; y la extirpación del mismo hacía que perdieran interés por las hembras en celo, al igual que mi perro", compara la autora del estudio.

"Es por este motivo que creemos que la falta de comportamiento sexual en Hacho viene dada por la falta del órgano vomeronasal", concluye. "Pero, por otro lado, él también es agresivo-impulsivo con otros perros. En el caso de los roedores, la agresividad en machos disminuye, sin embargo, un último artículo publicado habla de que estos animales tienen dos receptores, mientras que los perros solo tienen uno, lo que podría ser lo que provoca esa diferencia".

Por otro lado, el estudio también investiga la falta del septum pellucidum. "En humanos se ha visto que está asociado al sueño vigilia, lo que podría justificar el por qué Hacho no dormía por las noches", cuenta la autora. "También puede influir en la respuesta emocional a estímulos ambientales o la sexualidad, tal y como le ocurre a Hacho".

"En este caso concreto, hemos descubierto que hay una relación entre la nariz bífida y la falta del órgano vomeronasal que, junto a la falta del septum pellucidum ha llevado a cambios de comportamiento en el perro", resumen Muñiz. "Ahora habría que ver si el caso de Hacho es un caso aislado o, efectivamente, ocurre con frecuencia".

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