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Columnistas  |  30 marzo de 2023  |  12:00 AM |  Escrito por: Álvaro Ayala Tamayo

¿Cómo está la salud de nuestros bancos?

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Álvaro Ayala Tamayo

Álvaro Ayala Tamayo

Los colombianos queremos y necesitamos saber si nuestras cuentas bancarias y de ahorros están seguras y protegidas. Hay una crisis, no generalizada, pero si nerviosa con la banca de EEUU y Suiza. El derrumbe de 3 bancos en estos 2 emblemáticos países ha generado desconfianza y alerta para que no se repita la historia de la crisis financiera de 2008.

Los bancos fueron diseñados para que el mundo no pueda vivir sin ellos. La historia dice que los gobiernos salvan primero los bancos que los pueblos. Aseguran los analistas que el sistema bancario en la sociedad equivale al aparato respiratorio de las personas.

En Colombia nadie ha salido a dar el diagnóstico del sistema financiero. Los especialistas argumentan que no hay motivos para pánico. Que un comunicado o declaración, podría generar inquietudes. Por lo tanto, es mejor aplicar la vieja frase: lo que está quieto déjalo quieto.

El parte de tranquilidad no aparece en ninguna fórmula de los reguladores bancarios. Hay silencio que es muy diferente a dormir como un bebé. La gente necesita saber con prontitud si sus depósitos están seguros y asegurados.

Después de los 3 episodios en Suiza y EEUU, cualquier cosa puede suceder en otro lado del mundo, y más en países altamente endeudados. Otro problema moderno de los bancos es el fenómeno de las criptomonedas. Nadie ha dicho la verdad sobre el mercado criptográfico y son más las noticias sobre los estafadores que los ganadores.

Sería bueno que una autoridad monetaria hiciera una radiografía de los bancos, corporaciones, cooperativas y entidades autorizadas para captar dinero en Colombia. Cuando creíamos superadas las estafas a través de pirámides, aparece una en Bogotá desvalijando a gente rica y educada: mal síntoma.

Luego surgen varios tumbados con un falso Duque español en Medellín: Primero se acaba la aguamasa que los marranos, dicen en la calle.

Con el efecto contagio del sistema bancario es urgente dar una vuelta más de tuerca y asegurarnos que los banqueros estén cumpliendo a cabalidad con las reglas internacionales y nacionales que rigen para el aparato financiero.

El cuento famoso “demasiado grande para quebrar” es fácilmente repetible cuando estamos viviendo los estragos postpandemia que, nos puso a navegar con la política del dinero barato. Las ayudas y auxilios de los gobiernos, más los préstamos con intereses bajos dañaron el curso normal de las economías.

Ya se ha invertido la ecuación. Las tasas están muy elevadas y las personas muy mal acostumbradas. La gente todavía prefiere comprar tenis de marca con tarjeta de crédito que pan y leche para el desayuno. Además de caros, los tenis pueden subir de precio hasta por el 40% al elegir el pago en 12 cuotas mensuales.

A raíz de esta situación es obligatorio que le digan al país de cuánto es la cartera mala y morosa de las personas y empresas. ¿Ya hicieron las pruebas de estrés a los bancos?

Y sobre todo… ¿están asegurados los depósitos de los ahorradores?

 
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