Carlos Diego Moreno Rico fue un hombre nacido en Armenia, pero más calarqueño que casi todos los nacidos en la Villa del Cacique. Producto de un derrame cerebral que lentamente lo fue apagando, Carlos Diego en sus primeros síntomas fue llevado para su atención el 10 de diciembre de 2023 a un puesto de salud que el gobierno departamental anterior le dejó a los calarqueños llamado “Hospital La Misericordia”, y al empeorar y no encontrar respuesta a sus males fue trasladado urgentemente a la Sagrada familia de Armenia donde mejoró la atención científica, pero la demora en Calarcá ya traía sus consecuencias y falleció el miércoles 10 de enero.

Sus exequias fueron programadas para el viernes en Calarcá 12 de enero, a las 11 de la mañana.

No es una casualidad que “llavero”, o “el negrito”, o “carlitos” sea despedido en la iglesia San José, de la plaza principal de Calarcá, lugar donde generalmente despiden a los personajes del pueblo.

  “Llavero” como era más conocido, hijo de “llaverólogos”, llegó de Armenia a los 18 años a un puesto a la galería de Calarcá y durante 46 años pagó arriendo, y por 46 años abrió todas las puertas, candados, apartamentos, carros y claves que le pusieran por delante de sus ojos, buenos oídos y finas manos para ese oficio.

Fue amigo de todos los calarqueños, les conoció el orden y el desorden de sus casas, apartamentos y negocios; era desprendido, desabrochado, decente, sencillo, cordial, humilde pero “buena gente”. Nunca se conoció una queja por su actividad o proceder y ningún cliente durmió por fuera de su casa, si este era el que la tenía que abrir. Se le recuerda mucho la respuesta “yo no lo dejo por fuera; aunque sea de una patada le abro esa puerta”, y cuando le encargaban hacer una copia de la chapa que acaba de abrir, la hacía y entregaba inmediatamente para ratificar su honestidad.

El amor de “llavero” por Calarcá creció en grado sumo, cuando su hijo, calarqueño, representó a Caciques del Quindío en el campeonato mundial de fútbol de salón celebrado en Rusia. Allá fueron campeones mundiales y allí, Diego Mauricio Moreno Méndez, hijo de este popular hombre, fue seleccionado como el mejor portero de ese mundial, honor que también consiguió al ser votado nuevamente en un campeonato internacional jugado en México, como el mejor portero de ese campeonato. Sus 6 hijos no han estado solos en este momento. Blanca Doris Avendaño, su esposa, ha recibido las condolencias de abogados (Evelin Moreno Méndez hija es abogada), arquitectos, maestros de obra, ingenieros, médicos, que han lamentado su fallecimiento, por ser un verdadero personaje social, que sirvió a muchos de los habitantes de la “Villa el Cacique”.

Este “llavero”, o “el negrito”, o “carlitos”, no sé si lo sabía, pero antes de abrir las llaves y puertas siempre trabadas o cerradas, primero tuvo las llaves del corazón de todos los que le conocimos, lo buscamos o simplemente nos saludó. Este “Carlitos” seguramente no tendrá problemas para abrir las puertas del cielo, porque tiene las llaves para abrirlo, y esas llaves son las de un buen hombre, buen trabajador, buen ciudadano, y buen amigo de todos. Que Dios le reciba bien.

(In memorian)

Jota Domínguez Giraldo

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