Por: Nathalia Baena Giraldo

La crisis climática que actualmente vivimos ha hecho que 29 municipios de Colombia hayan alcanzado sus récords de temperatura, además de los incendios forestales que amenazan los bosques y páramos junto con la agricultura, fauna y flora de nuestro país.

Hablamos con la docente uniquindiana, Isabel Cristina Hoyos Rincón, física, magíster en física de la Universidad de Antioquia y doctora en Ingeniería Ambiental, sobre los conceptos más importantes del Fenómeno del Niño y sus posibles implicaciones en nuestro territorio.

¿Qué es el Fenómeno del Niño?

El Fenómeno del Niño, según el IDEAM, es un evento climático que se genera cada cierto número de años por el calentamiento del océano Pacífico. Sus efectos son notables en el norte de la región Pacífica, los departamentos de la región Andina y en los departamentos de la región Caribe.

Isabel ha estudiado el clima y la cordillera de Los Andes durante muchos años. Este fenómeno, “lo que expresa es una forma anómala que desencadena procesos a nivel atmosférico que se sienten en todo el planeta, lo que se conoce como fenómeno global. En este caso, un calentamiento anómalo quiere decir que no es el regular del océano Pacífico. Para saber lo que es anómalo, primero hay que saber lo que es regular, y para establecer la línea de lo que es regular, primero hay que conocer muy bien la dinámica del territorio”, manifestó la docente Hoyos Rincón.

¿Cómo llega el fenómeno al territorio colombiano?

Los Andes están conectados con la dinámica atmosférica que ocurre en el océano Pacífico. El mes clave que asegura la severidad del Fenómeno del Niño es diciembre. Normalmente, este fenómeno empieza a desarrollarse a mitad de año, entonces cuando en diciembre está completamente desarrollado, se ancla temporalmente con la primera época seca del año que incluye los meses de diciembre, enero y febrero. ¿Qué esperamos aquí? Que el régimen de lluvia baje y que la temperatura suba, pero no tanto. 

Implicaciones del Fenómeno del Niño: sin agua no hay vida

Una de las principales afectaciones que tiene el territorio respecto al Fenómeno del Niño es sobre el agua disponible. En algún momento, durante el colegio, nos dijeron que el agua es un recurso no renovable, pero ¿qué significa eso realmente?

Que no hay nueva agua produciéndose, que la que hay es la que tenemos. Ahora bien, el agua está, pero dónde se encuentra, ¿en las nubes; congelada en el norte; en los páramos? Entonces, como no está el mecanismo hídrico que vuelve y recarga, ahí es cuando se da el desabastecimiento de agua.

Y entonces aparecen los incendios y la sequía extrema…

Otra de las afectaciones la estamos viendo ahora con los incendios en los bosques y páramos en distintas partes del país. Asimismo, hay otras zonas del país que están sufriendo igual, como el campo, la agricultura y, en específico, los cultivos y los animales…

Al respecto, Johan Sebastián Henao Ossa, docente del programa de Ingeniería de Alimentos y director de la maestría en Procesos Agroindustriales, explicó que este fenómeno aumenta sustancialmente los caudales de los cuerpos de agua superficiales, es decir, ríos y quebradas, que son las fuentes primarias de las que los agricultores se abastecen.

Cuando los sistemas de riego o los cultivos no tienen la cantidad de agua necesaria, hay implicaciones graves como la reducción de la tasa de producción, es decir, comienza a afectarse cada cultivo, hay enfermedades, deshidratación y, en el peor de los casos, pérdida de los mismos.

Seguridad alimentaria

En ese orden de ideas, al tener bajos recursos de agua, altas temperaturas y radiación UV, la fauna y los cultivos se van a quemar, aparecen los incendios, los cultivos se enferman y hay sequía, lo cual lleva a problemas de seguridad alimentaria, que van de la mano con lo fitosanitario, es decir, el manejo de control de plagas. Las altas temperaturas promueven la propagación de las plagas. Muchos cultivos como el arroz, el maíz o la palma –incluso nosotros los humanos– sufren estas consecuencias.

¿Y la fauna y flora?

En el campo existe la ganadería intensiva y extensiva. La primera es cuando hay espacios pequeños y una gran cantidad de ganado, y la segunda es cuando hay una gran extensión de tierra y una pequeña cantidad de ganado ¿Qué necesita el ganado?: forraje (pasto), entonces, cuando hay una intensidad solar tan alta, el forraje sufre afectaciones y, por ende, los bovinos también, lo que se traduce en una baja producción de lácteos y en una baja en la economía agrícola. Además de las afectaciones que tiene la fauna en general, como lo son la deshidratación, la falta de alimentos, las enfermedades y la muerte.

Desde nuestra Universidad Jardín y la alma mater de los quindianos, invitamos a toda la comunidad a que seamos conscientes de las acciones que realizamos en pro de conservar el medio ambiente y mitigar el impacto de la crisis climática que vivimos. El planeta Tierra es nuestra única casa y cuidarla es tarea de todos.