Gilberto Zaraza Arcila

El Plan Nacional de Desarrollo (PND) tiene como primer elemento constitutivo el ordenamiento territorial alrededor del agua. En consonancia, los planes de desarrollo departamentales y municipales deben ser construidos en armonía con éste. También los POT, el Plan de Ordenamiento Ambiental, el Plan Departamental de Aguas y el Plan de Ordenamiento y Manejo de las Cuencas Hidrográficas(POMCA), deben estar coordinados y sintonizados con el PND.

El agua en cantidad, calidad y continuidad es un recurso indispensable y fundamental para la existencia humana, animal y vegetal. Sin agua no hay vida.  Por lo tanto, todos debemos tener conciencia y ser responsables en conservar y proteger el medio ambiente, en especial, los ríos, las quebradas, los páramos y los bosques.

Sin embargo, el agua está seriamente amenazada por el aumento de la densidad poblacional con la inmigración de habitantes de las grandes ciudades y de otras regiones, que se están asentando en la vereda de Boquía (Salento) antes de la bocatoma y contaminando con sus vertimientos el Rio Quindio; que abastece del líquido vital el 70% de la población del departamento. El pozo séptico ya colapsó y convirtió en impotable el agua que consumimos la mayoría de quindianos, porque tienen residuos de heces fecales de humanos y animales.

Otra amenaza proviene de las 9.500 hectáreas sembradas con aguacate hass, que requiere de plaguicidas y agrotoxicos que contaminan las fuentes hídricas. Y por las grandes cantidades de agua que necesitan los cultivos. Para producir un kilo de aguacate se necesitan 2.000 litros de agua. 

Además, existe otra amenaza que se ha logrado detener por las movilizaciones ciudadanas, que es la de construir varias pequeñas centrales hidroeléctricas en los ríos de los municipios cordilleranos.

Gracias a una acción popular presentada conjuntamente por la Procuraduría, la Defensoría y la Personería de Armenia, se logró que un fallo del Tribunal Administrativo del Quindio(TAQ), de diciembre de 2019, declarara al Rio Quindío como sujeto de derechos a la protección, conservación, mantenimiento y restauración desde su nacimiento hasta su desembocadura. Y ordenó darle mantenimiento al pozo séptico y construir y poner en funcionamiento una planta de tratamiento de aguas residuales (PTAR) en Boquía, para evitar su derramamiento al río.

Adicionalmente, determinó que EPQ, EPA; CRQ; la gobernación del Quindio y las alcaldías de Armenia y Salento, están vulnerando los derechos colectivos a un ambiente sano, al acceso a servicios públicos y a una prestación eficiente de los mismos.

Para hacerle seguimiento al fallo se conformó un Comité Técnico de Verificación que debía rendir informes mensuales de cumplimiento, hasta la construcción de la PTAR de Boquía. Hasta el día de hoy no se han hecho públicos. EPA está en la obligación de informar si cumplió lo ordenado por el TAQ de actualizar el Plan de Saneamiento y Manejo de Vertimientos, de limpiar y recuperar las 54 quebradas. El Colector de la Florida aun esta sin terminar y la construcción de la PTAR La Florida solo está proyectada para el 2026. La PTAR la Marina solo trata el 15% de las aguas y cuando esté construida la de la Florida el tratamiento solo aumentará hasta el 30%.

Los quindianos esperamos que con el fallo del TAQ, no ocurra lo mismo que con el fallo del mismo tribunal que ordenó a la Alcaldía de Armenia recuperar el espacio público, pero que Luz Piedad Valencia y sus sucesores no cumplieron y le hicieron fraude a resolución judicial sin ninguna consecuencia penal.

Recientemente se realizaron en Armenia 2 foros sobre el agua. Uno promovido por las Empresas de Servicios Públicos y la CRQ, quienes afirmaron que tenemos agua en cantidad, calidad y continuidad para abastecer la demanda. El otro impulsado por las senadoras Aida Abella y Sandra Ramirez, donde el biólogo Luis Carlos Serna y el ambientalista Néstor Ocampo hicieron graves denuncias sobre la contaminación de los ríos Quindio y Santo Domingo y el riesgo para la salud por el agua que estamos consumiendo que produce enfermedades diarreicas y de otro tipo.

Los problemas son innegables, Circasia, Montenegro y Tebaida afrontan desde hace tiempo dificultades con la continuidad en el suministro y por el mal servicio que presta EPQ; que ha generado protestas de la comunidad.

Sería conveniente una reunión para confrontar los informes, estudios y pruebas para despejar dudas y preocupaciones que tiene la ciudadanía con informaciones tan contradictorias. Y lo más importante, que se concreten y acuerden las soluciones a esta inquietante problemática. Según el POMCA en la actualidad solo funcionan 6 PTAR, pero afirma que el departamento necesita más para tratar todas sus aguas residuales.

El suministro de manera permanente de agua potable está amenazado de manera real, no es sensacionalismo, ni terrorismo. Hay que actuar con responsabilidad y diligencia para evitar una crisis a corto plazo.