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La Guaca  |  04 diciembre de 2017  |  12:17 AM

Banco sin plata

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El viernes en la tarde sucedió algo insólito en un banco de Armenia. El banco Av Villas del sector Parque Sucre se quedó sin dinero para pagarle a la gente que estaba en grandes filas en la entidad, algunos cambiando su cheque de la prima de Navidad, otros la mesada pensional, en fin. Con mucho afán, las cajeras preguntaban repetidamente, casi con desespero: ¿Quién va a consignar? Lo hacían por dos razones: porque no podían atender a los clientes que iban a retirar, y porque necesitaban dinero en efectivo en sus bolsas para poder pagarles a quienes estaban en la entidad tratando de cobrar. Muchas personas se molestaron y protestaron por el inconveniente. Al rato, en medio del desespero de la gente, llegó el carro transportador de los billetes. Casi que de inmediato se hicieron los pagos.

 

Triste despedida

La despedida del obispo de la Diócesis de Armenia monseñor Pablo Emiro Salas Anteliz realizada el sábado ante sacerdotes, diáconos, religiosas y la feligresía en general, estuvo secundada por dos hechos tristes. El primero de ellos: la comunicación que le llegó al prelado, pocos minutos después de iniciar su homilía en el templo de la catedral de Armenia, donde se le avisaba sobre la muerte de su señor padre en su tierra natal, Valledupar. El obispo estaba preparado para esta noticia porque desde el día antes sabía de un infarto que había aquejado a su progenitor, con pocas esperanzas de vida. Y el segundo hecho fue la ausencia casi absoluta de toda la institucionalidad del Quindío en este acto de despedida de monseñor Salas de la Diócesis de Armenia, tras su nombramiento como arzobispo de la Arquidiócesis de Barranquilla. Solo asistió el alcalde de Armenia Carlos Mario Álvarez, quien le impuso la orden Ciudad Milagro al pastor de la iglesia Católica. Ni el gobernador Carlos Eduardo Osorio, que es sacerdote, ni su secretario del Interior Héctor Marín, que terminó toda su carrera en el Seminario Mayor Juan Pablo II; ni otros secretarios de despacho, ni los gerentes o directores de institutos descentralizados, ni los alcaldes de los municipios, ni un solo concejal, ni un solo diputado, ni uno solo de los tres congresistas del Quindío. Por supuesto que eso no le molesta ni le incomoda a una persona como Pablo Emiro Salas, pero sí es un acto de descortesía para una persona que le hizo tantos aportes a la región, desde su trabajo pastoral.

 

Anuar ya tiene el aval

El empresario Ánuar Oyola ya tiene en su bolsillo el aval del partido Liberal para aspirar a la Cámara de Representantes por la circunscripción electoral del departamento del Quindío. Oyola, quien se inscribió y cumplió con todos los requisitos hechos por el partido, estuvo reunido con directivos de la colectividad en Bogotá, discutiendo varios temas de interés para la región y el país, y fue aceptado para ocupar uno de los tres renglones de aspirantes liberales a la llamada Cámara Baja. El otro candidato que también quedó listo es el actual parlamentario Luciano Grisales Londoño. Se espera la integración de un tercero, que se discute al interior de la colectividad.

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