El año pasado le escribí una carta al Niño Dios, la cual contenía varias peticiones relacionadas con el contexto nacional e internacional; como muchos pordioseros juntos pierden la limosna, no recibí solución alguna; sé que en esta época todo el mundo pide y así le queda muy complicada la situación al muchachito de Belén; me imagino que estuvo muy ocupado con ese montón de pedigüeños en busca de robots, muñecos mecánicos, celulares de alta gama, portátiles delgados, drones sofisticados, jeans descaderados, tenis con luces, balones Adidas, guayos marca gato, lapiceros eléctricos, carros híbridos, carros eléctricos, camionetas blindadas, etc. Me imagino a muchos políticos haciéndole la novena a la espera de milagros imposibles o soluciones chuecas. Tan encartado estuvo que no me enojo; sin embargo, mis peticiones serán al Mono de la Pila, ese sitio donde se recogía agua hace muchos años, en todo el centro de la Plaza de Bolívar. Cuando los niños se negaban a ir por el agua, las madres respondían: “Vaya quéjese al mono de la Pila”.

Insisto en que no es una divinidad, pero le voy a pedir favores, haciendo caso omiso de otras posibilidades que se me cierran cada momento:

Querido Mono de La Pila (aunque te tengan guardado en un museo), te ruego por lo que más quieras, por ejemplo, tu madre Mona, que me concedas los siguientes favores:

Aclarar la responsabilidad del Fiscal General en los torcidos de Oderbrecht; no te dejes enredar de él que es muy marrullero; exígele que limpie la memoria del señor Pizano y contribuya a esclarecer la muerte de su hijo.

Dilucidar, ligerito, el cuento o, mejor, el video de Petro; es poco el dinero, pero no puedes permitir que se use como cortina para tapar cosas espantosas. Sus seguidores esperan llegar al fondo de este enredo para poder respirar tranquilos. Ojalá puedas hacer cantar al señor de la guadua antes de que las cosas se compliquen más.

Reducir la corrupción en un 20% y con este logro financiar la Educación Superior; así se pondría fin a la situación que viven los estudiantes y docentes universitarios de Colombia. ¿No crees, monito, que las marchas han marcado un hito en nuestro país y que los estudiantes le han mostrado a la ciudadanía que no necesitan la violencia para ser interlocutores de un Estado sordo y ciego?

Impedir la impunidad de los exfuncionarios de Uribe que se encuentran en el exterior; Ojo, que ya están haciendo señas desde el Norte y nos pueden enredar la pita. Como dice un sabio:” El que la hace la paga”.

Mejorar la calidad de la salud; ya sabes cómo es la atención que se presta en las EPS; si no ayudas en esto, se disminuirá la pobreza rápidamente, pues muchos necesitados irán a la tumba, pero no creo que sea una política adecuada, pues al final, empezarán a morir ricos y esto sí puede perjudicar la economía del país. ¡Dios nos perdone este sacrilegio¡. Ya sabes que la salud se ha convertido en un gran negocio para quienes han conformado los nuevos consorcios.

Incluir los Derechos Humanos en la agenda de nuestros gobernantes; no permitas que Colombia siga siendo la nación occidental con el peor registro en cuanto a los Derechos Humanos se refiere. Ponle el ojo a esto para que no nos volvamos un cementerio portátil; así nadie nos va a escuchar en el contexto internacional, pues se pone en tela de juicio la democracia de la cual nos ufanamos.

Hacer hasta lo imposible para que no se vaya a pique el Acuerdo con las FARC; no podemos echar para atrás, ya se ha recorrido un camino tortuoso. Métete en la cabeza de esos politiqueros que predican la venganza y consideran la guerra como un instrumento de paz; aquí sí necesitamos un empujón muy duro.

Como no tengo más espacio, termino aquí, pero te insisto en que la cosa es urgente y no quiero llorarte más en la pila. Como decía mi abuela: “Nunca es tarde para bien hacer; haz hoy lo que no hiciste ayer”.

C.C. Al Niño Dios