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Columnistas  |  19 enero de 2019  |  12:00 AM |  Escrito por: Nelson Guzmán Baena

¿Quién nos escucha y dará una orientación?

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Nelson Guzmán Baena

En octubre 24 de 2017 y cuando se iniciaba las inscripciones para el XXI Congreso del Sistema Nacional de Planeación desde el edificio de la gobernación de Santander (Bucaramanga) muy al frente de este centro administrativo existe otro inmueble que creo era el palacio de justicia y el cual como premeditadamente estaba adornado con un mensaje donde se leía: “Hermano venezolano bienvenido al país de la democracia”; me llamó la atención porque estaba en letras amplias y me recordaba a Platón con una seguridad que este filósofo griego y antes de nuestra era si tenía suficiente razón para utilizar el frontispicio de su casa pues sabía geometría y demás encantos de sabiduría.

Este vistoso recado motiva de pronto a que miles de hermanos venezolanos se trasladen al país de la “abundancia y prosperidad”. Fue tanta sus ilusiones que los millones de colombianos que residían en Venezuela no se vinieron; sabían qué futuro les esperaba y se quedaron en su refugio mientras los otros saltaban las fronteras emocionados y de verdad parece los atendieron muy bien como se lo merecen les tenían hasta natilla y buñuelo, frases van y vienen de alegría, RCN, Caracol y otros medios de desinformación parlaban y plasmaban infinitas barbaridades; de pronto no fue eterna la gloria cuando ya estaban siendo apagadas sus aspiraciones personales y entonces viene la otra comida diaria que es la realidad en casi toda América Latina: sin empleo, sin techo, sin educación, sin salud y paremos de protestar. Es decir nada de democracia. Y en escaso tiempo desaparecen las generosidades de los gobernantes y ni afrecho les dan. Es solo verlos cruzar calles, avenidas, carreteras, ríos, desiertos, valles, montañas y con maleta tricolor en hombro implorando caridad e incrementando la economía informal. Esto no se pudo haber patrocinado y se suma a los nefastos aconteceres diarios de este país, ya que no teniendo para sus connacionales se proponen vender falsos ideales. He ahí porque muchos vuelven al suelo de Bolívar, Miranda. Y reconoce que vale más la dignidad que vivir de rodillas como lo plantea su presidente Nicolás Maduro.

Ahora resulta que el mandatario colombiano sigue metiendo las de veraniego al desconocer la Historia Patria de nuestra nación. Cómo así que los estadounidenses nos dieron la libertad, nos patrocinaron la independencia. El periodista y escritor Luis Alfonso Mena S. autor del reciente libro José María Melo, el rebelde General de los artesanos y otros ensayos históricos manifiesta: ¿Qué debemos esperar de un país como Colombia en el que por decisión estatal no se enseña historia y su presidente la ignora? Pacocol, enero 4 de 2019. De verdad la academia colombiana tiene el derecho a exigir mayor respeto a los aconteceres y reclamar, no ser lasos ante las potencias (han hurtado mucha riqueza). Como se puede constituir este otro recuerdo fatídico a los 20 años (25 de enero 1999. Terremoto) de tragedia en el Quindío donde se leía en revistas serias: la donación de dinero para la reconstrucción del eje cafetero alcanza para construir tres veces lo colapsado y no se cumplió ni se consumara y con obras que ya presenta los mismos serios deterioros que se destaparon con la fuerza de la naturaleza. No podemos ser necios e ignaros pero las viviendas se construyeron porque se emplaza a los desplazados precisamente por el movimiento sísmico a tomarse lotes y construir sus cambuchos; siendo afectados grandes dueños de terrenos y de la vida política regional y esto conllevo a interpelar en “Unidad de acción” para qué se hicieran las casas, de lo contrario no se hubiera logrado. Adonde fueron a parar las plantas eléctricas, las carpas, los auxilios, las donaciones de muchas organizaciones solidarias en el país y el mundo.

El establecimiento gubernamental no puede seguir desconociendo o eludiendo evasivas ante la desaparición y asesinato de líderes o lideresas, defensores o defensoras de derechos humanos por cuestión de echarle tierra a los acontecimientos terribles en que está envuelto y ocultando o disfrazando la injusticia social. ¡No señores!...No más lamentaciones en vano. Tenemos que cumplir los acuerdos firmados con las FARC-EP en la Habana Cuba (a propósito felicitaciones en sus 60 años de Revolución Cubana y bien reseñada por su periódico Granma, organo oficial del comité central del Partido Comunista de Cuba, miércoles 2 de enero de 2019. Con 16 páginas de pedagógico contenido), debemos exigir su implementación pues es equivalente a Plan de Desarrollo Nacional Alternativo. Liberar los presos políticos entre ellos a Jesús Santrich y Simón Trinidad.

Los medios de comunicación pueden acompañar este proceso de transformación que tanto añoran los connacionales constituyéndose en bienestar de la colectividad y de sus moradores.

En sumatoria de reclamos podemos valernos de los órganos principales de la ONU, su asamblea general, consejo de seguridad, consejo económico y social, consejo de administración fiduciaria, la Corte Internacional de Justicia, la secretaría para que nos escuchen y ayuden a salir de esta encrucijada que debe producir indignación en el planeta. Aunque su estructura y políticas presenten serias falencias tal como se percibe en el recorrido de las 442 páginas del libro: El parlamento de la humanidad. La historia de las Naciones Unidas, del doctor en historia militar y de la diplomacia por Oxford Paul Kennedy editado en 2007. No es muy halagüeña la ONU pero se puede recorrer caminos e intentar con artículos de su Carta comenzando con creer en nosotros “los pueblos” de las Naciones Unidas siendo una de sus finalidades a practicar la tolerancia y convivir en paz como buenos vecinos y sus artículos en especial: el 1. Mantener la paz y la seguridad internacionales… el 52 y numeral 2. Los Miembros de las Naciones Unidas que sean parte de dichos acuerdos o que constituyan dichos organismos, harán todos los esfuerzos posibles para lograr el arreglo pacífico de las controversias de carácter local… el artículo 99. El secretario general podrá llamar la atención del consejo de seguridad hacia cualquier asunto que en su opinión pueda poner en peligro el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales.

No puede ser que 191 naciones desacierten como nuestros gobernantes y con sinceridad podamos llegar a la construcción colectiva de la armonía sociedad naturaleza; comenzando porque nuestros niños y niñas, los indígenas, el Lgtbi, los agrarios, las mujeres, los afros, los profesionales e intelectuales, puedan vivir los 365 días del año con sosiego y en auténticos carnavales.

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