La Iglesia católica en Colombia viene ofreciendo asistencia humanitaria a la población migrante venezolana derivada de la crisis económica, política y social que padece dicho país. En el Quindío, desde el año anterior, dicha atención la asumió la catedral de la Inmaculada Concepción, cuando era párroco, quien hoy es el obispo Diocesano, Monseñor Carlos Arturo Quintero Gómez, a través del programa “Jesús de la Buena Esperanza”. El servicio ha estado dirigido a la comunidad de Venezolanos Unidos en Armenia – VENUAR, entregándoles alimentación, gestiones para empleo y para servicios de salud para hombres, mujeres y niños, especialmente las embarazadas.

Entre las actividades realizadas se mencionan varias ferias para que los venezolanos ofertaran comestibles y artículos artesanales. Ante la magnitud del número de familias venezolanas que han venido radicándose temporalmente en Armenia, la Diócesis decidió abrir el Hogar de Paso “Divina Pastora”, ubicado en la variante en Calarcá donde se les da alimentación, hospedaje y asistencia social humanitaria, para aquellos que van de tránsito hacia otros departamentos.

Asimismo, la Diócesis dio apertura a un segundo Hogar de Paso “Jesús de la Buena Esperanza” en el barrio Miraflores en Armenia, para no desamparar a aquellos venezolanos que transitan por nuestro departamento en busca de mejores oportunidades de vida.

También se les atiende en la Mesa de la Fraternidad, que funciona frente a la Curia Episcopal. Este viernes hace presencia en la Diócesis de Armenia Stefen Miethke, de la Conferencia Episcopal de Colombia y miembro de la Comisión Nacional de Reconciliación, quien en compañía de los sacerdotes Agostino Abate, Marcos Eduar Camayo Campo y Luís Fernando Orozco Guapacha, en representación del Obispo Diocesano, recorrerán varias de las obras sociales que tiene la Iglesia Católica en el Quindío, entre ellas los hogares de paso.

Complementariamente, la Diócesis dispone de una recepción de venezolanos a través de una oficina temporal, atendida por una periodista venezolana, que ha sido acogida en esta iglesia, para el enlace entre sus compatriotas y los programas de atención que aquí les tiene la Iglesia Católica. Estos programas los lidera la Diócesis de Armenia, con el apoyo de benefactores entre organismos gubernamentales y particulares, a quienes la Iglesia reconoce su generosidad y respaldo.