El Comité de Cafeteros del Quindío aceptó que el gobierno empiece a subsidiar el precio interno del café, cuando la arroba del grano llegue a $78.200 pesos, o esté por debajo de esta cifra. La decisión se tomó en el seno de la organización, expresada en carta enviada al comité directivo nacional cafetero. “El Comité de Cafeteros del Quindío respalda la cifra de 78.200 pesos como disparador para que se haga efectiva la mezquina ayuda propuesta hasta el momento por el Gobierno en pro de la estabilización del precio actual”, dice el documento firmado por el presidente de la entidad gremial en la región, Eduard Fabián Torres Valencia y el vicepresidente Ricardo Alonso Gutiérrez.

Los caficultores del Quindío indican en su misiva: “El Comité de Cafeteros del Quindío no es ajeno a la crisis de bajos precios que venimos afrontando los caficultores colombianos. En este comienzo de cosecha en nuestra zona, corroboramos que la rentabilidad y la capacidad adquisitiva del sector son nulas, pese al arduo y constante trabajo efectuado para darle sostenibilidad a las fincas. Lo positivo de la caficultura en el ámbito socioeconómico nacional no se valora desde los escritorios donde se definen las políticas de ayuda. Los caficultores colombianos, de su propio bolsillo aportan billones de pesos en la contratación de recolectores de café y personal para los demás trabajos propios del cultivo. Gran parte de ellos son mano de obra no calificada sin posibilidades de trabajo en otras actividades”.

Indican también: “La exportación de café trae de diferentes países otros tantos billones de pesos, que llegan a fortalecer la economía en todo el territorio nacional. No es justo ni conveniente ni racional abandonar esta empresa a su suerte. La suerte de la caficultura es la suerte del equilibrio social, la paz y la tranquilidad de los colombianos. Pese a la miseria de los caficultores, que se evidencia en estos momentos de crisis, las actividades cafeteras no se pueden detener; un año de pausa acabaría con el éxito obtenido mediante la renovación de cafetales de los últimos años. Desde las instancias del Gobierno Nacional no se miden las consecuencias nefastas de un acentuado desequilibrio económico en el sector cafetero: oleadas de necesitados sin trabajo recorriendo el país, prestos a realizar actividades buenas o malas para sobrevivir”.

El documento del Comité indica que confían en los datos estadísticos que ha tomado la FNC por intermedio de los extensionistas y en el análisis de los mismos, revisados y avalados por la Gerencia Técnica, en las negociaciones con el gobierno para establecer el tope mínimo del precio a partir del cual se deben empezar a recibir el subsidio. “Si no creemos en quienes viven inmersos hora tras hora en los asuntos cafeteros, ¿a quién más creerle?”

Finalmente, la carta advierte sobre el peligro de las vías de hecho, de no actuarse de manera inmediata por parte del gobierno. “En vista de la indolencia y la falta de cálculo del Gobierno Nacional, como bien se sabe, hay caficultores impacientes que no descartan llegar a las vías de hecho, actitudes nunca deseadas por este Comité, y que pueden ser aprovechados por facciones políticas ajenas a nuestra empresa. En este mensaje, apreciados señores, el Comité de Cafeteros del Quindío también lamenta lo que por estos días sucede en el sur del país”, aseguran los caficultores de la región a través de la entidad gremial.