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Región  |  06 abril de 2019  |  12:00 AM |  Escrito por: Edición web

Quindío tiene cuatro Pequeñas Centrales Hidroeléctricas funcionando, y se pretende construir seis más

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Antigua PCH denominada Planta Eléctrica del Quindío, en el sector de La María. Tomada del folleto turístico de la Cámara de Comercio, año 1935.

Quindío tiene cuatro Pequeñas Centrales Hidroeléctricas (PCH) que funcionan hace más de 70 años. Entre ellas, la planta El Bosque, en el corregimiento El Caimo de Armenia, que genera 2 MW, y que fue construida a comienzos de la década del treinta del siglo pasado. Esta planta es propiedad de Empresas Públicas de Armenia pero fue entregada en concesión por 25 años a la empresa antioqueña Energías Renovables de Colombia S.A, del empresario William Vélez, en el gobierno del exalcalde David Barros Vélez, condenado a 18 años de prisión por actos de corrupción en su administración. Esta PCH recoge el agua del río Quindío, en Armenia, a través de un canal especial, la lleva a unos tanques desarenadores en un lote de El Caimo, y allí, a través de caída libre, produce la energía.

Las otras tres PCH pertenecen al municipio de Calarcá, operadas por la empresa Multipropósito, a quien se le otorgó la concesión de los servicios de energía, acueducto, aseo y alcantarillado en este municipio hasta el año 2022. Se trata de las plantas Bayona, Campestre y Unión, que en total generan cerca de 2 KW, y que fueron creadas hace más de 70 años. Dos de ellas funcionan en la actualidad, Bayona y Campestre, mientras que Unión se encuentra parada. Las tres fueron también construidas sobre el río Quindío.

En el pasado, el Quindío tuvo por lo menos cuatro PCH más: La planta Boquía, en el centro poblado de Boquía, en Salento, que suministraba la energía para este municipio; la planta de Filandia, del antiguo empresario caldense Rafael Genaro Pinzón, considerada la primera planta del Quindío, inaugurada en la década del 20 del siglo pasado. Y la planta Eléctrica Industrial del Quindío, o La María, en el sector del mismo nombre entre Armenia y Calarcá, puesta en servicio en la década del 30, operada por un particular, Laserna & Cia, que también tenía la antes mencionada PCH La Unión, ambas sobre el río Quindío. Estas dos suministraban la energía para la pequeña ciudad de Armenia, que no consumía más de 3MW para entonces.

Existió también una pequeña generadora de energía, menos de 1MW, en el municipio de Pijao, que salió del servicio en los años ochenta. Esta planta suministró por mucho tiempo la energía al municipio. Estaba instalada sobre el río Lejos, en el propio casco urbano. Hace unos 8 años se trató de restablecer, a través de un empresario privado, que realizó varias obras civiles en su esfuerzo de ponerla a funcionar, pero una crecida del río arrasó con la infraestructura, lo que frustró el proyecto.

El estudio de nuevas plantas

En el año de 1984, un estudio de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón, JICA, recomendó la construcción de PCH en todo el departamento del Quindío, como solución a la deficiencia de energía que tenía la región y su dependencia, para entonces, de la Chec. Estas recomendaciones quedaron en el olvido, en un documento archivado en los anaqueles de la Corporación Autónoma Regional y la oficina de Planeación del departamento.

Por otra parte, y ante el apagón de comienzos de los años 90, la Unidad de Planeación Minera Energética –UPME- del Ministerio de Minas y Energía, formuló el Plan de Expansión de Referencia, Generación y Transmisión de Energía, con el fin de dar señales para garantizar el abastecimiento, la continuidad y la seguridad del servicio público de energía eléctrica en el país.

Teniendo en cuenta los estudios de JICA y el Plan de Expansión del Ministerio, empresarios privados se dieron a la tarea de proponer la instalación de PCH en todo el territorio nacional, incluyendo el Quindío, donde plantearon la construcción de este tipo de solución energética en Génova, Pijao y Córdoba.

En este sentido, inscribieron seis proyectos, tres en Génova, dos sobre el río Gris y uno sobre el río Rojo; dos más en Pijao, ambos sobre el río Lejos, y uno más en Córdoba sobre el río Verde. En total, pretenden generar 21MW. Los seis proyectos cuentan ya con el Registro de Generación Eléctrica de la Unidad de Planeación Minera Energética del Ministerio de Minas y Energía. Es por esta razón que en las últimas semanas, funcionarios de las empresas que tienen dicho registro, han venido visitando la zona y tomando información.

Esta energía que se generaría en estas seis PCH iría al mercado energético nacional, y entraría en la interconexión eléctrica del país, según explicaron expertos consultados por El Quindiano. En otros términos, no sería para el suministro directo de las poblaciones donde se construirán, sino que la energía sería vendida a la interconexión eléctrica nacional.

Permisos ambientales

Los proyectos necesitan, además, de estudios y autorización ambiental. Todo indica que ninguno de ellos lo tiene. El director de la Corporación Autónoma Regional del Quindío José Manuel Cortés ha dicho que esta entidad, que ejerce la autoridad ambiental en la región, no ha expedido ninguna licencia ambiental para la ubicación de estas plantas en el departamento. Explicó que hubo un permiso para concesión de agua para generar energía en el 2010 (Pijao), pero fue revocado en el 2015.

Los daños ambientales

En el Quindío hay alerta por parte de los ambientales, por los daños que puede causar a la naturaleza este tipo de plantas. Las PCH son pequeñas unidades generadoras de energía que aprovecha el agua de un afluente a través de una caída o pendiente, buscando que el líquido abata una turbina para la generación de energía. En este sentido, se toma el agua del río, por un canal, que se conduce por túneles y se lleva a unos tanques que le quitan la arena. Esta agua se conduce a una caída, que mueve las turbinas que generan la energía.

En el proceso, los daños que puede causar son: disminución del 50% del caudal del rio, deforestación, construcción de infraestructura que impacta el lugar y contaminación del agua. Todos estos factores afectarán, sin duda, no solo la fauna ictiológica, sino todo el ecosistema del hábitat donde se construya la PCH. Este impacto es el quieren evitar los ambientalistas de la región, que han empezado una serie de protestas en los municipios afectados.

Antigua PCH denominada Unión, sobre el río Quindío, en Calarcá. Tomada del folleto turístico de la Cámara de Comercio, año 1935.

 Maquinaria de la antigua PCH, Planta Eléctrica Municipal, Armenia. Tomada del folleto turístico de la Cámara de Comercio, año 1935.

 

 

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