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Columnistas  |  16 mayo de 2019  |  12:00 AM |  Escrito por: Carlos Alberto Agudelo Arcila

Desentrañismos

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Carlos Alberto Agudelo Arcila

En la mente del fanático olfateo la putridez del cadáver de su Dios.

Cada quien es un abismo donde se precipitan sus propias nadas.

Que todo esté de forma innecesaria en su punto más álgido.

Bifurcar con inteligencia lo diabólico de nuestra sangre… volverse filósofo genuino del hedonismo.

Inmoralidades con perspectivas de bocado suculento.

Mentes intolerantes haciendo trizas el espejo donde solo ellas se miran.

Análisis respaldado por la luminiscencia del lenguaje vacío.

Últimos murmurios de ríos muertos a la vera de “lágrimas de cocodrilo”.

Triste realidad: Conformismo, miedo, arribismo y muchos otros ingredientes para hacer la mezcolanza de nuestra derrota.

Vidas que se embeben de rutina a la orilla del tiempo incierto.

Al hombre le es imposible soportar un mundo sin guerras, de tal manera que con su inacabable búsqueda de paz disimula su esencia salvaje.

El mediocre abastece su elocuencia con el palabreo proverbial del loro.

Mundo paralelo para la rodaja para la angustia para lo putrefacto de cada época para el maullido limítrofe con el perro muerto Mundo paralelo desde allá hasta este mundo que no es pan comido y se pasa con la angustia de no morir Mundo paralelo de la cerilla de la casa incendiada de la muñeca con ojos de golondrina lista a levantar vuelo entre el ojo de la aguja de una anciana cuando cose sus recuerdos de puta en el pueblo donde Juan pedro José Jesús Zacarías pagaron con las treinta monedas de judas los favores de una senos listos a entregar ternura al desdentado Mundo paralelo en el parque de las palomas ciegas Mundo paralelo junto al grito incierto y el ademán de miradas sagaces contra el recodo amarillo por donde se desagua la eternidad del tiempo Mundo paralelo lejos de la centuria del alabastro de la voz incesante para llamar a juicio a quien no tuvo la cortesía de vivificar el postulado Por culpa de Dios el que todo lo puede y por esto debe asumir la responsabilidad del desastre de un pocillo hecho trizas frente al piso humedecido con cantos de gallos perdidos y aire a imagen y semejanza de la llaga en el costado improbable que a diario supura sangre del Cristo incapaz de reverter su destino infecundo Mundo paralelo del agua y la sed del agonizante en lo profundo de la gota de rocío Mundo paralelo encabritado de agujeros platos vacíos espigas por nacer de almas intrusas las cuales profanan sombra a sombra sombras paralelas Sombra de raza pura en el mundo paralelo de sombras Palabras que distan unas de otras hasta sangrar palabra a palabra lo imposible de conocer Mundo paralelo donde todo revoletea donde el aire es ave de la dimensión del orbe Vuelos en las entrañas del árbol prohibido Plumas más allá del árbol Pájaros de troncos talados ante las cuales centenas de párrafos maduran el mundo paralelo del mutismo Mundo paralelo porque

Si Dios existiera debería suicidarse en el abismo de la mente humana, como único milagro real…

Arrogancia: materia prima de la estupidez.

Sin lo pródigo de la soledad es imposible producir arte.

Y saber que la grandeza de ciertas personas habita en un precipicio sin fin.

Gusanos en su faena de bruñir el arte de la muerte.

Politiquería que se petrifican en el pensamiento del pueblo.

Vocablo a vocablo soy un solitario que teje el apostolado de haber nacido, sin más interés que el de beberme todos los instantes de la existencia, aquellos que me arrastran hacia mi muerte…

Dejar el vituperio para un día después de nuestra no existencia.

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