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Columnistas  |  25 junio de 2019  |  12:00 AM |  Escrito por: Mario Ramírez Moncada

Dolor por mi terruño

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Mario Ramírez Moncada

Cito: “Dios alumbra el buen consejo, pues que es don suyo; pero en duda y en igualdad de razones se debe preferir el de los viejos; son lanzas de los mozos, en cuyas razones hay más sutileza y en su sangre caliente más amor o desamor” (Quevedo).

Armenia se halla en la mayor desazón política, económica y social, de su historia.

No me cabe en la cabeza, que tras de tanto desafuero, tanto desorden, tanta maldad politiquera, se tenga el cinismo, de aquellos que han robado a nuestro municipio, el volver a dirigirlo, que desde una cárcel, se puedan dan órdenes para que algunos sean candidatos.

Ni Sócrates ni Platón, disertando sobre el cinismo, lograrían aclarar lo depravado del cinismo con que viven hoy ciertos candidatos, sus dirigentes y su política.

Lo mismo sucede con nuestro departamento.

Pero concentremos el pensamiento sobre la valía de lo que debe de ser un Concejo, digo, para la ciudad de Armenia. Un Concejo de valía, de ética, de moral, de honor, no le permite a un Alcalde hacer locuras innecesarias, y así su corazón sea de maldad, un Concejo, con valores, lo detendrá. Es muy prudente pensar, que ante tanto desorden administrativo, el Concejo que requiere Armenia, debe tener características, de madurez, mayores de edad, equilibrio emocional.

La ciudad de Armenia, debe protestar con energía por un Concejo de características especiales.

Hay que recuperar, la moral de nuestra ciudad Armenia, hay que buscar con urgencia, personas con idearios de valores, hay que poner en practica la filosofía del Maestro Darío Echandía: “En política se pueden meter las patas; más no meter las manos”.

Si un Concejo no tiene estos pensamientos serios, sucederá lo mismo, que viene sucediendo en el Concejo de nuestra Armenia, desorden.

Proponga la sociedad de Armenia, unos personajes mayores, reconocidos, por su trayectoria de moral, con principios de ética que sean centrados por el sentido del civismo, tan necesario para recuperar la moral de nuestra Armenia. Nuestra ciudad tiene personajes de esta valía y talante, con el conocimiento que dan los años. Responda la sociedad de Armenia convocando a esta clase de personas, y proponiéndoselos a nuestros ciudadanos, esta campaña electorera que se avecina tiene características excepcionales, lo cual, es el cansancio politiquero, que arrasó con el buen vivir de nuestra sociedad, y dejó nuestra Armenia postrada, cercana a la miseria económica, social y política.

El fundamento de este desorden, la incapacidad de los Concejos anteriores y del actual, que no tuvo la virtud, ni la visión, ni la entereza, ni la moral, ni la ética para detener este desorden, a la cual llegó Armenia.

Cito: “La política no debe ser otra cosa sino el buen sentido aplicado a la moral” Locke.

Responda la sociedad de Armenia y proponga estos personajes tan necesarios y urgentes, a la renovación de un Concejo, que le dé un rumbo profundo y radical, de moral, de ética, de principios, para el buen futuro de nuestros hijos y nietos.

Para terminar, cito: “En una crisis política, el hombre honrado se encuentra confuso, no para cumplir con su deber, sino para saber cuál es su deber” Bonald.

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