El panorama de un drama que afecta cada año a 1.400 niños y sus familias en Colombia fue debatido en la Comisión VII del Senado, escenario que desveló falencias, pero que pueden ser subsanadas con voluntad y coordinación.

El recinto de la Comisión VII del Senado de la República fue el escenario para que el Gobierno Nacional, entidades y diversas instituciones de salud y de servicio social, se dieran cita para buscar soluciones que reduzcan los casos de cáncer infantil, el cual cada año afecta a 1.400 niños y sus familias en Colombia, según cifras del Observatorio Interinstitucional de Cáncer Infantil, Oici.

Por iniciativa de nuestra bancada del Partido Político MIRA se convocó a la Audiencia Pública ‘Retos y Perspectivas del Cáncer Infantil en Colombia’, con el propósito de concienciar al país sobre este flagelo que es considerado, de acuerdo con informe del diario El Tiempo titulado ‘Mucho por mejorar en cáncer infantil en Colombia’ y datos entregados por el Oici, a cargo de Yolima Méndez, “la segunda causa de muerte entre los niños de 5 a 15 años. Y se estima que solo el 60% de los menores colombianos con algún tipo de cáncer logran sobrevivir”.

Las cifras entregadas son preocupantes, no obstante más allá de los datos estadísticos está el aspecto humano y el drama que padecen los pequeños y sus familias, hecho que fue visibilizado por varios de los asistentes, como Renata Vera, delegada de la Asociación Colombiana de Salud Pública, quien afirmó: “El niño no es un papel o una cifra, es un ser humano. Lo más importante es humanizar la atención”.

Es claro que los pacientes y sus seres queridos soportan una serie de experiencias, por lo que además de afrontar la enfermedad tienen que asumir luchas contra el sistema y algunas entidades, así como dificultades en el tratamiento y los medicamentos. Bien lo compartió Laura Nikol Cortina Alape, de 19 años, una joven sobreviviente de cáncer, quien fue diagnosticada con la enfermedad en su niñez. “Durante el tratamiento tuve muchos inconvenientes con las EPS y tuvimos que entutelar. En este momento, luego de la lucha he podido graduarme y la experiencia de vivir en un hospital me ha servido para motivarme y luchar por mis metas, además me ha acercado a Dios”.

Para Amaranto Suárez, del Instituto Nacional de Cancerología, la “tasa de mortalidad de cáncer infantil en Colombia es de 50 casos por millón, cuando en países desarrollados esta no supera los 20 casos por millón”, situación que refleja que hay cosas por hacer para que nuestros niños ganen esta lucha.

En las intervenciones los especialistas recalcaron que Colombia tiene un camino avanzado pero falta la articulación entre los actores. Así, Teresa Linares, delegada de la Universidad Nacional de Colombia, indicó que “tenemos todo, las leyes, los especialistas, todo, nos falta tener la voluntad de ordenar y articular”, afirmación similar a la elevada por Martha Ospina, del Instituto Nacional de Salud, INS: “Existen falencias pero tenemos tecnología, especialistas, cobertura; qué falta: articulación”.

En tal sentido, es prioridad fortalecer las mesas de seguimiento que ha instalado la Defensoría del Pueblo, que a través de Carmen Eugenia Dávila, delegada de la Defensor, aseveró: “Existen fallas en la oportunidad de la atención, por tanto la lucha contra el cáncer infantil no es problema de dinero, es de coordinación”, lo cual es esencial para garantizar el derecho fundamental a la salud, como lo reclamó Néstor Álvarez, de la Asociación de Pacientes de Alto Costo: “Hay un problema de compra de servicios por parte de las EPS. Hay que hacer una defensa del derecho fundamental”.

Esto ofrece mayores argumentos para avanzar en el Proyecto de Ley No. 111 de 2019 “Por medio de la cual se modifica la Ley 1384 de 2010 y se dictan otras disposiciones en materia de protección a personas con cáncer y sobrevivientes”, y que fue radicado por la bancada del Partido Político MIRA a comienzos de agosto pasado y que tiene como objeto brindar un efectivo acceso a la salud para aquellas personas con cáncer, sus familias y sobrevivientes, así como garantizar sin limitación alguna los tratamientos médicos psicológicos y los medicamentos requeridos.

En consecuencia, la voluntad expresada por los congresistas de la Comisión VII, en el Senado y de la bancada MIRA, es de plena disposición de hacer lo posible para dar soluciones a las inquietudes expuestas. Hubo consenso en la falta de articulación, y ello nos lleva a la reflexión, porque los casos de cáncer infantil se pueden enfrentar para reducir la tasa de mortalidad y aumentar la supervivencia, pero debemos coordinar para ser más eficientes. Tenemos que asegurar que nuestros niños tengan las mismas condiciones de las que tienen otros en países más avanzados y organizados, pues poseemos todo para hacer frente al cáncer y salvar la vida de nuestros pequeños.