• VIERNES,  19 ABRIL DE 2024

Columnistas  |  16 octubre de 2019  |  12:58 AM |  Escrito por: Aldemar Giraldo

¿Inteligencia, brutalidad o ingenuidad?

0 Comentarios


Aldemar Giraldo

Al leer un poco sobre la historia de la Inteligencia Militar en Colombia, uno cae en la cuenta de que ya tiene muchos años, pero que sus resultados no han sido los esperados. Gran responsabilidad han tenido nuestros gobernantes (presidentes), pues no le han metido el diente al asunto, no han hecho seguimiento sobre las metas esperadas, han dejado a los “de verde” solos y no la han convertido en una herramienta de gobierno

Da la impresión de que los errores del pasado no se han convertido en insumo de análisis y estudio; además, nadie ha respondido por los traspiés que han cometido los Servicios de Inteligencia de nuestro país; a veces se ha mojado mucha prensa, pero de allì no han pasado las cosas; la capacitación recibida ha sido escasa y no corresponde a las necesidades de hoy; pareciera que la Inteligencia (militar) no se diera cuenta del avance tecnológico y virtual de los que buscan desestabilizar el Estado o sembrar la barbarie desde distintos confines.

La Inteligencia Militar no tiene como fin la creación de narrativas cargadas de verosimilitud o historietas de bandidos en donde siempre triunfa la ley; su verdadera misión es la “búsqueda, el proceso, el análisis y la difusión de inteligencia (información) de alta calidad para el desarrollo de operaciones militares y la toma de decisiones en niveles tácticos, operacionales y estratégicos; en resumen, es ver lo que no se ve en la superficie, es escuchar lo que no se puede escuchar; la inteligencia militar son los ojos y los oídos del Ejercito Nacional, de las Fuerzas Militares y del alto gobierno en todo el territorio nacional” (Barbosa:2016).

Un documento (dossier) presentado por el presidente Duque, ante la ONU, para tratar de informar sobre la supuesta presencia de grupos irregulares en Venezuela, producido por la Unidad de Inteligencia, lo hizo quedar en ridículo ante los colombianos y la comunidad internacional; cuatro fotos tomadas en territorio colombiano, supuestamente originadas en el país vecino, hicieron ver al subpresidente como el Rey de los Falsos Positivos; esto deja entrever una cultura de la improvisación y autonomía que atenta contra la eficiencia de la Inteligencia y Contrainteligencia Militar Conjunta de Colombia. El error le costó el puesto al General Oswaldo Peña Bermeo, quien asumió la responsabilidad por la ligereza de la Inteligencia Militar; sin embargo, el Ministro de Defensa, quieto en primera; no le pasan ni los años ni los sueños; inventa historias y triunfos todos los días; sabe dónde están todos los malos, pero no sabe dónde está él. Aguanta todos los controles políticos en el Congreso, ya que tiene un buen comité de aplausos.

Lo grave es que la seguridad y la inteligencia se relacionan estrechamente; qué susto que muchos bandidos dados de baja por nuestras Fuerzas Militares, aparezcan vivos o resulten votando en las próximas elecciones. Los Santos, todos, nos alejen de un milagro así de inteligente. Como decía mi abuela: “Al hombre listo e inteligente se le mide de cejas para arriba”.

PUBLICIDAD

Otras Opiniones

Comenta este artículo

©2024 elquindiano.com todos los derechos reservados
Diseño y Desarrollo: logo Rhiss.net