La captura de dos personas, presuntamente implicadas en el asesinato del líder indígena del Quindío Constantino Ramírez Bedoya, ocurrido el pasado 17 de octubre en la vereda Quebrada Negra de Calarcá, empezó a esclarecer este crimen que conmovió a la sociedad regional. Los sindicados fueron puestos a disposición de las autoridades respectivas y en audiencias de legalización de captura e imputación de cargos, ante la Fiscalía 19 de Armenia, ninguno de los dos aceptó los cargos.

Investigadores del CTI siguieron el rastro de por lo menos 15 llamadas telefónicas, que dieron las primeras pistas sobre el crimen. Unos de los implicados fue capturado en el barrio Morelia de Ibagué, Tolima, mientras que el otro fue hallado en el municipio de Caloto, en el Cauca. Uno de ellos fue quien prestó la motocicleta y suministró el arma con que se cometió el homicidio. El otro es un integrante del partido Mais, al que pertenecía Ramírez.

De acuerdo con la primera versión de la Fiscalía, en la audiencia realizada ayer, el asesinato tiene relación con la vinculación directa de Ramírez como miembro del Consejo Directivo de la Corporación Autónoma Regional del Quindío que, ocho días después de su muerte, eligió nuevo director para un periodo de cuatro años. También con decisiones del partido Mais, al que pertenecía el occiso, dentro de la campaña política que eligió autoridades territoriales el pasado 27 de octubre.

Los investigadores tienen serios indicios sobre uno de los autores intelectuales del crimen, según se supo ayer en medio de la audiencia de legalización de captura y de imputación de cargos. Los dos implicados fueron enviados a la cárcel San Bernardo de Armenia.

El Fiscal Seccional del Quindío presentará este miércoles, en rueda de prensa, detalles de las capturas, después de la legalización de las mismas y mostrará las identidades de los dos sujetos.