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Cultura  |  06 enero de 2020  |  12:00 AM |  Escrito por: Robinson Castañeda

You. Para espiarte mejor. Reseña a la segunda temporada

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Este texto fue escrito por Johan Andrés Rodríguez Lugo.

El pasado siempre nos alcanza cuando no hemos resuelto todos los asuntos pendientes. Se aparece de muchas formas: en un sonido, en un olor, en una persona, en una situación, en alguna palabra o en algún momento muy activo que nos haga vivir lo que sentimos aquella vez, de un momento a otro nos encontramos, de nuevo, enfrentando lo que pasó. Esto, según los psicólogos, se da en mayor medida con eventos traumáticos que intentamos olvidar, esconder o superar. Pero por lo general cada que una situación se aparece es porque aún nos quedan cosas por aprender, por superar, por sufrir, por arreglar, o al menos esto le pasó a Joe.

El personaje principal de You es, para todos, un psicópata, un asesino y un tóxico nivel dios. El hombre sufre de actos fallidos, la forma tangible de mostrarnos que no estamos del todo conscientes del presente y de que el pasado aún nos afecta de cierto modo. Al parecer todos sufrimos de actos fallidos, le cambiamos el nombre a una persona, hablamos de una situación y resulta ser otra, pensamos en alguien, pero al momento de nombrarla decimos otra cosa. Un sinfín de situaciones que ocurren y que provocan disgustos ¿a quién le gusta que piensen en los ex mientras están con uno? Pero al parecer todos lo hacemos, solo que algunos lo manejan de mejor manera.

Pero Joe piensa mucho en sus ex, las ve, habla con ellas, las obliga a irse y ellas insisten en regresar para hacerle pagar el supuesto daño que les hizo, obvio, a una la mató y a la otra la enterró viva. Todo un desgraciado psicópata como nos lo muestra la serie en sus dos temporadas. Y ni hablar de lo que les hizo a los amigos de su última novia, Beck. Pero claro, todos sabemos que esos amigos son, como dicen en Colombia, buenos muertos, porque no dejaban avanzar a la escritora en potencia que necesitaba salirse de su zona de confort para ser tan perfecta como pensaba el mismísimo Joe.

Esta serie, que como muchas otras ha encontrado en Netflix el éxito luego de no ser tan acogida en otras plataformas, nos plantea una pregunta, muchas preguntas, respecto a las relaciones amorosas y sociales: ¿Qué estamos dispuestos a hacer por amor?, ¿Qué tan tóxicos somos cuando nos enamoramos?, ¿El bien se hace en la medida en que yo procuro que los demás estén bien pasando incluso por sus deseos y necesidades?, ¿En realidad eso es amor?

Si no se han visto la primera temporada, se pueden detener aquí para no ver más spoilers, si ya se la vieron, podemos continuar.

Muchos se han preguntado qué tiene el personaje que nos hace odiarlo, pero al mismo tiempo quererlo e incluso justificarlo. Se dice que en este momento hemos normalizado muchas situaciones de acoso y que en ocasiones se nos sale de las manos cuando le damos alas a las personas que nos rodean respecto a la forma en que nos tratan. Pero nadie le dio alas a Joe y sin embargo carga 5 muertos. Lo siguen a todas partes, desde New York hasta Los Ángeles, como Candace, que no está del todo muerta y que al final de la primera temporada regresa para resolver estos asuntos pendientes.

La segunda temporada inicia entonces cuando Joe decide dejar todo atrás, su librería, su vida, sus ideas, sus libros y su forma contradictoria de ser. Desde el primer capítulo nos muestran a un hombre nuevo, incluso con nombre nuevo, que quiere empezar de nuevo en la ciudad más empalagosa, según él, de los Estados Unidos. Como cualquier ciudadano que decide empezar, alquila un apartamento, consigue un empleo y conoce otras personas. Creemos siempre que volver a empezar es cambiar totalmente lo que nos rodea, sin poner punto final.

Pero a medida en que avanza la serie, cada capítulo nos recuerda esa frase de antaño: El que es nunca deja de ser. Y aunque nos haga pensar que de verdad está luchando en contra de todo lo que es, lo que piensa y lo que hace. Y que además ya no nos muestran a ese adolescente encerrado en una jaula de cristal rodeado de libros y con un señor dictador que “le está enseñando cómo es la vida”. Sí nos muestran a un niño de 5 años que ve como todos los días su madre intenta irse de su casa, puesto que la relación con el esposo no es la mejor, un hombre maltratador, golpeador, alguien malo, y que al final por el deseo de proteger a su madre, es él quien decide matar al hombre que los atormenta, por amor, por el amor a su madre, por cuidarla y protegerla se toma la vida de su padre. En adelante seguirá protegiendo por amor.

Justificamos el mal de muchas maneras, idealizamos a las personas y esperamos el amor romántico como un niño espera que sus padres hagan siempre el bien. La serie nos plantea que al parecer todos estamos muy rayados pero que existen personas que saben manejar mejor estas situaciones, que se enfocan en ayudar a otros, en cocinar cada que se estresan, en hacer el bien por los que aman, en amar incondicionalmente y que su nombre sea este: Love, y es ella, la nueva víctima, Love, quien nos sorprenderá en esta segunda parte. Una mujer ideal, responsable, una excelente hermana, hija, amiga, amante, novia, en fin, todo lo que cualquier persona quiere en su acompañante de vida, o de muerte. Una persona que está dispuesta hacer lo que sea por amor, duélale a quien le duela.

Esta serie se basa en un libro homónimo escrito por Caroline Kepnes, y la segunda temporada es basada en la secuela llamado “Hidden Bodies” , al parecer la escritora y los guionistas están preparando una tercera temporada para esta serie que pone de manifiesto situaciones cotidianas como el amor romántico, el stalkeo constante para estar seguros, las aplicaciones de seguimiento para cuidar a nuestros hijos, las responsabilidades que asumimos como familia, el acoso y la violación como parte del proceso para ser grandes en el mundo, los asesinatos, las muertes, las angustias y lo aparentes y felices que somos todos en las redes sociales.

Es protagonizada por Penn Badgley, quien además, para varias entrevistas, se ha cuestionado su posición como hombre y como consumidor de las redes y de todo lo que estas nos permiten al tener acceso a informaciones que de otra manera no conseguiríamos. También cuestiona lo que hemos aprendido sobre qué es una relación de pareja, cómo se deben comportar los amantes y qué es lo que esperamos unos de otros para que normalicemos muchos tipos de acoso, pues qué de malo tiene estar pendiente de las historias, de los lugares, de las situaciones. Ya Andrés Cepeda nos cantaba algo similar:

Miro cada foto, sigo con quién andas, veo los comentarios, veo lo que te gusta, apunto los lugares, busco alguna prueba de que no estás feliz. Mi caso es serio, es digno de estudio.

queda preguntarse, en escala de cero a Joe ¿qué tan acosadores somos? Esta serie se disfruta en maratón completa, donde podemos tratar de entender o de entendernos cada vez que suponemos algo sobre alguna persona. Joe y Love nos muestran que el amor puede con todo, rompe barreras, rompe estratos sociales y hasta rompe cabezas y corazones si es necesario, nos plantea cómo somos capaces de justificar y de soportar un sinnúmero de situaciones y de personas que al no estar enamorados no aguantaríamos, eso sí, siempre y cuando se diga la verdad, porque lo más importante es la honestidad, la familia y la protección que recibimos de esta. La verdad os hará libres.

Trailer:

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