• SÁBADO,  20 ABRIL DE 2024

Cultura  |  06 enero de 2020  |  12:00 AM |  Escrito por: Edición web

El adiós a la artista Amparo Gómez Mejía

0 Comentarios

Amparo-Gómez

Familiares y amigos de la artista quindiana Amparo Gómez Mejía le rindieron un homenaje este cinco de enero, en el Jardín Botánico del Quindío, tras su muerte dos días atrás. Allí se recordó su vida y su obra, pues Amparo amaba esta institución que fundara su hermano el exalcalde Alberto Gómez Mejía.

Rodeados de la exuberante naturaleza del Quindío, su hermano Alberto dirigió las palabras finales, que él llamó semblanza de Amparo Gómez Mejía. Antes, sembraron en su honor un árbol de Magnolias. Reproducimos esta semblanza de Amparo, escrita y leída por su hermano Alberto.

“Amparo nos deja con una sonrisa. Toda su vida fue un ejemplo maravilloso de un humor creativo, espontáneo, muy original, heredado sin duda de nuestro padre, cuya gracia nunca olvidaremos. Tenemos todas las anécdotas de Amparo que se volverían interminables. Tuvo una vida bien difícil, con dolores profundos, que los soportó con estoicismo ejemplar. Pero jamás perdió la simpatía.

Fue artista y artesana, con originalidad asombrosa. Y ejerció esas tareas con disciplina, durante toda su vida. Expuso en forma individual y colectiva en muchos salones en Colombia y también en México y Brasil, y recibió como distinciones el tercer premio salón de artesanos de Caldas y la mención de honor en el II salón Bat de arte popular en la Biblioteca Luis Ángel Arango, en Bogotá, en 2007. Trabajó intensamente para educar a María Ruiz, su hija, en arte en la Universidad de los Andes y luego para hacer su maestría y su doctorado en Brasil. Antes de terminar el doctorado, María falleció en Bahía y ese dolor la marcó para siempre.

Alberto Ruiz y Fabio Londoño fueron los amores de su vida. Les guardamos a los dos afecto y reconocimiento por los años de compañía y de apoyo en que le dieron felicidad. Siempre fue especialmente deferente con ellos.

Amparo fue formidablemente compasiva. La compasión es otra herencia familiar que tratamos de ejercerla todos, todo el tiempo. Pero Amparo nos ganó. Se llevó para Bogotá una niña campesina quindiana de la finca El Oro que necesitaba una operación de córnea, la hospedó en su casa, la educó socialmente, la acompañó y compartió con ella todo el tiempo y la devolvió curada a sus padres, feliz. Se convirtió en madrina de un invidente que estudiaba derecho en Bogotá y le proporcionó ayuda y almuerzos hasta que obtuvo su grado. Se encontró en Cali con Marthica, una primita nuestra hija del tío Néstor, que por una enfermedad de nacimiento no pudo caminar. Se la llevó también para Bogotá durante varios años, le enseñó a leer y a escribir, le consiguió las muletas y la llevó a terapias y hoy es una mujer que se vale por sí misma.

Hacía cobijas de retazos de telas para niños pobres. Esa fue una promesa religiosa que hizo para que a María le fuera bien. Prometió mil cobijas; recibía retazos de las costureras, de las amigas y hasta del Canadá le enviaron algunos. Y un buen día dijo:

- Llevo ya más de cuatrocientas cobijas elaboradas y entregadas de las mil que prometí. Si me llego a morir antes de terminarlas, ahí está María Lucía para que las haga.

O sea que le dejó a mi hermanita esa “herencia”. Tal vez en gratitud porque María Lucía acogió generosamente a ella y a Fabio en su casa en los últimos años.

Nos deja también la enseñanza de su coraje, de su fortaleza, de ser una mujer genuina, con carácter, laboriosa y talentosa. Ella amó el Jardín Botánico del Quindío con todo el amor que le cabía en el alma. A ella y a María no las olvidaremos nunca.

Nuestro padre nos dio entre muchos ejemplos, el de guardar cosas que de pronto podían servir para algo. Aclaro que no todas aprendieron esa noble virtud.

Por esta razón, Amparo un día le dijo a María Lucía:

- Yo sé que cuando me muera, Marta Cecilia y Luz Elena van a llegar a mi casa y van a decir: “¡¿Y Amparo para qué guardaba todas estas pendejadas?!”

Calarcá, 5 de enero de 2020”

PUBLICIDAD

Comenta esta noticia

©2024 elquindiano.com todos los derechos reservados
Diseño y Desarrollo: logo Rhiss.net