Para alguien como yo, fiel al turismo por jijuemil años, resulta difícil no opinar sobre esta pasión que se convirtió en mi razón de vida desde aquella vez en 1969 cuando entré por la puerta grande – la de personal y mercancías— al primer hotel de una larga lista, ubicado en el muy exclusivo sector de Murray Hill, Park Avenue en la Isla de Manhattan en NYC. Hoy, luego de unas cuantas millas acumuladas producto de tantos saltos de país a país, de ciudad a ciudad y de hotel a hotel, me refirmo en mi propósito de continuar compartiendo conocimiento, experiencias y anécdotas a través de una columna de opinión como la que usted, mi apreciado lector, lee en este momento.

He decidido por iniciativa propia bajarme del vehículo que me permitió llegar a ustedes en el pasado, hablo de La Crónica del Quindio, para montarme en este nuevo, El Quindiano y así, como quien si quiere la cosa, continuar llegando a ustedes. Son varios los mensajes que he recibido, todos animándome a continuar en esta brega que espero perdure Per Secula Seculorum; Tengo que agradecer a Miguel Ángel Rojas Director de El Quindiano por permitirme ser parte de su nómina de opinadores, con esta columna de Turismo que se publicará todos los lunes a partir de esta edición.

La semana que acaba de pasar asistí, a instancias de una invitación de la Secretaría de Turismo del Quindío a unas mesas de trabajo para la estructuración del Plan de Desarrollo 2020-2023; Motu Proprío, me apunté en la mesa de Promoción del destino Quindío de la mano de un puñado de empresarios y dirigentes, todos ávidos de aportar experiencias y conocimientos para ver si esta vez, entre todos, podemos enderezar este barco del turismo regional y llevarlo por la ruta adecuada a puerto seguro. Tengo la plena confianza en el nuevo gobierno regional y sus planes para reposicionar al Quindío como uno de los destinos más atractivos de Colombia.

No me voy a cansar de repetirlo: “No hay que sabérselas todas, eso sí, hay que identificar quien sabe lo que uno desconoce”. Tomo como premisa lo anterior y estoy recomendando a esta nueva clase dirigente de los destinos del turismo regional que se apoyen en personas con un amplio conocimiento en temas inherentes al turismo; no olvidemos que esta, la “industria sin chimeneas”, demanda de conocimiento muy especializado. Esta columna a la cual siempre le he dado un sesgo didáctico está disponible para todos ustedes amigos lectores, voy a estar muy pendiente de sus opiniones a través de los medios de comunicación, bien sean las redes sociales, mi correo electrónico, y el más ideal, su opinión acá mismo al final de esta columna.

Quiero ver una campaña de promoción del destino como parte integral del plan de Marketing Turístico Quindío, en el cual estén consignadas todas las acciones a llevar a cabo, en el periodo 2020-2023. Si estructuramos un plan coherente, unido a unos recursos económicos importantes y dirigido a los públicos-objetivo identificados (maridando óptimamente Producto- Cliente), vamos a lograr las metas que entre todos nos propongamos.

Como bien lo dice el dicho popular: “Escoba nueva barre bien”

Apuntes al Margen: La semana pasada estuvo de visita en la región, procedente de Canadá, el Señor Fabrice Vanegas, contratado expresamente por las empresas La Herencia Hotel – Casas de Huéspedes y Zona del Café SAS, para dictar una capacitación sobre el uso de la plataforma Google Suite, considerada hoy en día una de las mejores soluciones para el manejo de la información corporativa. Todo un éxito.