Germán Rojas Arias

Hace pocos años un diario de New Jersey destacó la obra del escultor muralista Mario Gallo Magall, en una extraordinaria gira que lo llevó por Morristown y varias localidades de Estados Unidos. La prensa del país del norte hablaba de la obra del artista quindiano quien nos hizo llegar ejemplares de los periódicos que a seis coles resaltaban sus esculturas, su creatividad y sus manos prodigiosas.

Nacido en abril de 1949 en el municipio de Montenegro, Magall tuvo la oportunidad y el privilegio de exhibir sus obras, sobre todo sus cristos, en países como Inglaterra, Cuba, Venezuela, Estados Unidos y por supuesto en Colombia, lugares en donde fue profeta con su obra con la que quiso dar a conocer al mundo la Colombia que se desangra.

Mario Gallo, Magall, se fue de este mundo el pasado sábado a la edad de 70 años, un paro respiratorio se llevó a este gran artista quien le fue otorgado el Cafeto de Oro en 1970 por parte de la alcaldía de Armenia, no obstante el Quindío le quedó debiendo el homenaje en vida que se merecía por su transcendencia y por las huellas que sembró en muchos lugares del mundo y de Colombia en sus incontables esculturas realizadas en diferentes materiales.

Cristos

El artista de Montenegro, de ascendencia gitana, era egresado de la Universidad de Antioquia. Entre muchas de sus obras se destacan exposiciones de homenajes a la Colonización Antioqueña, exposiciones de arte religioso, en las que sobresalen los Cristos. "Con la mágica expresividad de sus prodigiosas manos este compatriota, alumno del maestro Rodrigo Arenas Betancourt plasma en su obra la situación actual del buen hombre colombiano: en precarias condiciones físicas, sufriendo el asedio violento de algunos hermanos en lucha fratricida ignorando el origen común de la patria privilegiada en recursos naturales humanos. Los cristos son todo un mensaje angustioso de la plástica quindiana a Colombia y el mundo entero gracias a la inspiración de Magall”, dijo en su momento el crítico de arte Mauricio Hurtado López

Breve biografía

Magall se gradúa en 1975 comienza a trabajar con el maestro Arenas Betancourt en el 76 y viaja a México tres años después como parte de su taller. “A través del maestro me hice amigo del doctor Belisario Betancourt, de Otto Morales Benítez, que eran personajes de renombre nacional”.

Como a cada alumno le era asignada una tarea, cada una de ellas se unía y como resultado final estaba la obra. Participó al lado de Arenas Betancourt en la creación del monumento al Esfuerzo de Armenia en el 79, también en la Gaitana del Huila. Estuvo con el artista por intervalos desde el año 76 hasta el 90, y hasta estuvo en el momento de la muerte del maestro el 14 de mayo de 1995. De ahí nacen los cristos de Magal, como un homenaje a Arenas Betancourt. Desde esos días esculpió 722 cristos de los cuales solo conservó 10. La última obra que trabajó con él fue en el centro administrativo La Alpujarra, el monumento a la Raza, donde narra desde la creación del hombre hasta la colonización antioqueña.

Reconocimientos

Trabajó en el Desafío, en Medellín; en el monumento a la Vida, en el monumento a la Energía que está en la universidad de Antioquia, y en varios prometeos y cristos. Estuvo en la primera Bienal de Coltejer hace más de 30 años y participó en exposiciones colectivas. Obtuvo una excelente figuración en Barichara, Santander; estuvo en el 82 en Mitos hispanoamericanos en Madrid, España; en el 2002 en escultores bolivarianos en Maracaibo, en el que ocupó el primer puesto y se hizo merecedor al Cafeto de Oro en el 97, galardón entregado por la alcaldía de Armenia por su destacada trayectoria artística, además tuvo varios reconocimientos nacionales e internacionales y realizó exposiciones en diversos lugares del mundo.

Acerca de su amor al arte dijo como siempre le escuchó a su maestro que en todos los pueblos y en todas las ciudades deberían haber cristos desnudos y quijotes, porque con ellos al ser componentes del arte se puede mostrar del mundo lo bello y lo trágico. “Le damos vida a algo inerte, endulzamos las casas o los hogares con algo bello que es la creación”, por eso consideraba que el arte es simplemente sublime.

Multifacético

Magall pisó los terrenos de la pintura, la escultura, el óxido en lámina de hierro, el muralismo, además trabajó el bronce, cobre, piedra talco, gabito; hizo obras clásicas o semifigurativas y sumó a todo ello el trabajo en guadua y madera. Su temática es problema social y mitología griega, pero lo que más le gustaba eran los cristos, cultivaba la figura rasgada, pues consideraba que con ella mostraba la problemática de un país, hombres que enseñan la Colombia que se desangra día a día, el sufrimiento del trabajador, “del que trabaja de sol a sol, vuelve a su casa y mira sus manos y en ellas no hay ninguna moneda, sino el cansancio y la explotación de aquellos que lo tienen todo”.

Genio

A su esposa Luz Amparo Toro, a sus siete hijos y ocho nietos nuestra voz de condolencia y solidaridad, pero sobre todo de reconocimiento a este gran artista que con sus manos y su genio creador dejó en alto el nombre del Quindío y de su tierra Montenegro.

Paz en su tumba.