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Columnistas  |  27 febrero de 2020  |  12:00 AM |  Escrito por: ÁLVARO MEJÍA MEJÍA

¿RENUNCIA O PRESIÓN POLÍTICA?

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ÁLVARO MEJÍA MEJÍA

Acaba de ocurrir un hecho relacionado con la Región Administrativa de Planificación (RAP) del Eje Cafetero, que nació por iniciativa de los anteriores gobernadores de Caldas, Quindío y Risaralda para aunar esfuerzos de orden territorial con miras a ejecutar proyectos comunes. Resulta, que el gerente de ese novel organismo, el quindiano Uriel Orjuela Ospina presentó renuncia a su cargo, según lo manifiesta en su carta, ante las presiones políticas invocada por los actuales gobernadores de los 3 departamentos que conforman el Comité Directivo esa entidad administrativa de derecho público.

Ante la motivación expresada en la misiva, que indica una presunta desviación de poder, nos dimos a la labor de indagar lo acaecido con fuentes de “alta credibilidad”.

Me permito relatar los antecedentes de la designación del ingeniero Orjuela Ospina. Desde un principio, se generaron pugnas entre los 3 anteriores mandatarios de los departamentos que conforman la RAP. Ellos, en vez de pesar en las metas comunes, estaban más preocupados en que la gerencia estuviera en cabeza de un coterráneo. Cada uno presentó un candidato, pero no pudieron llegar a un acuerdo.

Finalmente, surgió como fórmula salvadora la intervención de un tercero. El Departamento Administrativo de la Función Pública evaluaría a los candidatos presentados por lo mandatarios, de tal suerte, que quien obtuviera el mayor puntaje ocuparía el cargo.

Se debe anotar, que los requisitos de experiencia específica eran muy exigentes. No era fácil encontrar personas que los cumplieran, de hecho, el candidato del departamento del Quindío no pasó esa evaluación, como tampoco un segundo, que se presentó en su reemplazo. Faltando un día para el cierre, el gobernador Osorio candidatizó al presidente del Comité Intergremial del Quindío, el ingeniero Orjuela, que había cumplido una labor meritoria al frente de la veeduría de la obra El Túnel de la Línea. Gracias a esa gestión se detectaron graves fallas en su ejecución y se evitaron consecuencias nefastas para el futuro de esta.

Una vez integrada la terna, los candidatos se sometieron a 3 pruebas de la Función Pública (conocimientos, administrativos, psicológicos y de integridad). El primer puesto lo obtuvo nuestro paisano, razón por la cual fue nombrado y posesionado como Gerente de la RAP para un período que culminaría el 31 de diciembre de 2021.

Una vez se posesionan los nuevos gobernadores no le fue posible al gerente citar al Consejo Directivo, hasta que, finalmente, estando ad-portas de iniciarse la primera reunión del año, Orjuela es llamado a una sala donde se encontraban los 3 mandatarios, quienes le manifestaron a este no tener nada contra él, pero que necesitan su renuncia por razones políticas. El gobernador del Quindío, que era el llamado a defenderlo, declaró su neutralidad en el asunto, actitud que no se entiende, porque el gerente, además de ser quindiano tiene una hoja de vida excepcional.

Al cierre de esta edición se pronunció el gobernador Jaramillo, quien dijo que la posición se le iba a respetar al departamento y, además, que le había ofrecido al saliente gerente un cargo en la Federación de departamentos o una asesoría de Despacho para temas de infraestructura vial.

Esperamos que esa posición la ocupe un quindiano, lo que no borra la actitud política y no técnica de la decisión. ¿Qué razón valedera existía para pedirle la renuncia a un profesional de altísimas calidades, quien llegó al cargo mediante una selección transparente? ¿Por qué debilitar una entidad recién creada por intereses políticos? ¿No pensaron los gobernadores que esa presión en tratándose de un cargo que tiene período genera un riesgo jurídico alto? Por otra parte, la actitud de ofrecerle al funcionario, que estaba trabajando bien, cargos públicos en compensación, entre ellos uno en la Federación Colombiana de Departamentos, donde el Gobernador no tiene facultad de nominación, resulta, francamente, un exabrupto. No creo que el ingeniero Orjuela, por dignidad, vaya a aceptar semejante ofrecimiento. Me parece que esa forma de obrar no va con la dignidad del cargo ni con el respeto que se merece un profesional de altísimo perfil. Parecería que los famosos vientos de cambio son apenas los estertores de la vieja política regional.

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