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Columnistas  |  01 marzo de 2020  |  12:00 AM |  Escrito por: SANTIAGO MARTINEZ LONDOÑO

EL ARTE HA MUERTO. EL ARTE SIGUE MUERTO Y NOSOTROS LO HEMOS MATADO

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SANTIAGO MARTINEZ LONDOÑO

“Si estás leyendo esto, esta advertencia es para ti. Cada palabra que lees de este manifiesto es inútil, otro segundo que pierdes de vida ¿no tienes otra cosa que hacer? ¿Tu vida es tan vacía que no encuentras otra manera de pasar este momento? ¿O estás tan enajenado con la autoridad que brindas respeto y obediencia a todo aquel que la aclame? ¿Lees todo lo que se supone que debes leer? ¿Compras todo lo que se supone que debes comprar? ¿Piensas todo lo que te dicen que debes pensar?” -Chuck Palahniuk-

¿Qué es el arte? por lo general se define como una expresión de una idea o un sentimiento o una visión del mundo a través de medios plásticos, visuales, lingüísticos o sonoros. Y hoy ¿qué consideramos arte? Esa es una pregunta muy difícil de contestar, pues, lo que hoy llamamos artístico no es más que la mera manifestación de la mediocridad humana.

Mi generación, en particular, se ha caracterizado por adorar productos de papel, producidos por artistas de plástico y los ha llamado genios. La decadente literatura moderna no se queda atrás. Hemos sido programados para endiosar personajes vacíos sin ningún tipo de valor más allá que el de la cantidad de ganancias que generan. Vivimos en un mundo donde el arte se califica por sus números y no por su valor en sí mismo, idolatramos hombres cantando sobre sexo y pandillas, adoramos mujeres vendiendo su cuerpo para llamar la atención del público sobre su nueva canción, donde en la literatura nos topamos con obras sin alma que explotan los cambios hormonales de jóvenes mujeres para convertir un libro sin esencia en un bestseller: reguetón, cine de comedia, 50 sombras de Grey o una banana pegada a la pared. Eso es lo que llamamos “arte” y es esto lo que me ha llevado a expresar de esta manera mi opinión, y es también lo que le da el título a este texto basándome en una famosa frase del filósofo nihilista Friedrich Nietzsche sobre el concepto de la muerte de dios provocado por la propia fe del hombre. Así mismo el hombre por su propia soberbia y su avaro deseo de capitalizar todo aquello que puede ser capitalizado, por su amor al capital ha asesinado cruelmente lo más bello que pudo haber creado: el arte. Porque, en palabras del músico Natch “el honor se pierde tocando los gérmenes de un papel verde” ya saben a lo que me refiero: dibuja un punto negro en una pared blanca y llámalo soledad

Estamos pasando por un momento difícil para la humanidad: cambio climático, desigualdad social, tazas de crimen en aumento, y grandes posibilidades de una guerra. Son solo algunos de los temas realmente relevantes de los que hablar, pero, primero hay que hablar del escape que nos permitía ampliar el panorama, hablar del medio que nos puede devolver la esperanza. Hay muchas cosas malas, pero es ahora más que nunca que necesitamos de nuevos artistas que tengan algo que decir, artistas que nos puedan informar, que nos puedan ayudar a escapar; ¿no es eso de lo que se trata el arte? Este siempre es influenciado por el contexto sociocultural en el que es creado y hoy hay mucho de qué hablar ¿por qué escuchar a quien no tiene nada que decir? Y con esto no trato de ser más grandilocuente de lo que en verdad soy, trato de explicar por qué debemos ser más críticos con aquello que consumimos, debemos darle la luz a esas personas que dicen por nosotros lo que no hemos podido decir.

Pero no puedo hacer más que plasmar ideas en un teclado, no puedo obligarles a cambiar su perspectiva sobre lo que consumen, pero les pregunto ¿acaso vale la pena? ¿Vale la pena apoyar obras vacías mientras otros trabajan duro? Yo creo que no lo vale, creo que el mundo se está lleno por el caño y como sociedad solo preferimos seguir tragándonos la basura que nos venden.

Hoy, el arte está en decadencia, y la culpa es nuestra. pues elegimos el entretenimiento basura, y no tiene nada de malo; pero, siempre será una mejor opción inclinarse hacia lo que no necesita ser entendido, lo que no va más allá de lo obvio, lo que nuestras mentes cansadas pueden procesar. pero, también sería un descanso dejar volar nuestras cabezas con algo incomprensible, elige un día algo que te deje un mensaje, que te invite a analizarla para entender dicha obra, explora nuevos conceptos y por un segundo sé libre, libérate de la mediocridad creativa que consumes a diario, no está de más, y quizás puedas ver un nuevo panorama.

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